viernes, 1 de mayo de 2020

Sepultura – Arise (Roadracer records-1991)


Hoy os traigo a Sepultura, la banda de Belo Horizonte que supongo que a estas alturas conocéis todos los que visitáis estos pagos viernes a viernes y a la que –debo admitiros– dejé de seguir cuando Max Cavalera abandonó sus filas. Como veis, el vinilo que protagoniza esta entrada es el de Arise, su cuarto álbum y uno de los integrantes de la santísima trinidad sepulturera junto a Beneath the remains y Chaos A.D. Y sí, también me compré el Roots que es con el que dieron el pelotazo a nivel masivo. Pero a mi me gustan muchísimo más los tres mencionados. Total, que en verano de 1990 los Sepultura se metieron en los Morrisound studios de Tampa con Scott Burns como productor e ingeniero a grabar la continuación del fantástico Beneath the remains siguiendo la misma senda estilística, aunque con más presupuesto y –por lo tanto– tiempo para redondear y pulir los temas. Eso sí, los chicos seguían sin dominar el inglés, razón por la que Burns es acreditado junto a Fletcher McLean como asesor en la confección de las letras. El line up estaba compuesto por Max Cavalera a las voces y guitarra, su hermano Igor Cavalera a la batería y percusión, Paulo Jr. al bajo y coros y Andreas Kisser a la guitarra y coros, con la colaboración de Kent Smith a los efectos de sonido y Henrique Portugal a los teclados. 


Con una portada de Michael Whelan, la edición del disco propició una titánica gira de dos años que les proporcionó fama mundial y colocó a los brasileños en el panorama thrash internacional que cristalizaría en el que para mi es su mejor elepé, Chaos A.D. Pero hoy estamos con Arise, así que aquí tenéis su track list

A 
Arise 
Dead embryonic cells 
Desperate cry 
Murder 
Subtraction 

B 
Altered state 
Under siege (Regnum irae) 
Meaningless movements 
Infected voice 


En Arise destaca la batería de Igor machacada sin descanso y un solo de Kisser que me recuerda a los de Hanneman & Cia. Más trabajada y con numerosos cambios de ritmo me parece Dead embryonic cells, una de mis favoritas del disco. Desperate cry tiene un bonito inicio acústico que pronto desemboca en otro de esos temas en los que uno no puede dejar de mover la cabeza –Igor se luce en toda la canción– y en la que también encontramos cambios de ritmo a tutiplén. La parte del solo me encanta. Por supuesto, es otra de mis preferidas. Murder es más de lo mismo, la voz rabiosa de Max, la pegada incansable de Igor, la maestría de Kisser y un Paulo Jr. que queda algo diluido entre tanta energía. Y Subtraction sigue la misma tónica. Tralla, tralla y tralla. 


La cara B se inicia con unos efectos de sonido de inspiración tribal que dan paso a otro de los temazos del álbum, Altered state. Y qué decir de Under siege con sus cambios de ritmo y esa letra de un Kisser que en el Brasil de Bolsonaro no debe sentirse demasiado cómodo. Meaningless movements sigue la tónica del álbum, tomando sonidos de Slayer y Metallica y aportando la personalidad de la voz de Max Cavalera para crear ese sonido distintivo que definía a la banda por esa época. Pone fin a este pedazo de disco Infected voice, otro temazo de baqueteo incansable en la estela de todo lo escuchado antes. 


Lo dicho, un digno sucesor del Beneath the remains y un estupendo álbum de thrash metal old style –mandagüebos que tenga que decir eso, pero es que ya hace casi treinta años que se grabó– que no debe faltar en vuestra colección si os gusta la tralla, la caña, la fuerza y la energía. 

¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla







Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com

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