Toca ahora hablaros de la desaparecida Corinne Day, una fotógrafa británica autodidacta que a principios de los 90 supuso un revulsivo para las publicaciones de moda, aportando una visión semidocumental que fue muy novedosa en su momento. También se la conoce por ser una de las descubridoras de Kate Moss. La relación de amistad que tenía con sus modelos se traducía en sus retratos, intimistas y desinhibidos. Eso le otorgaba su sello característico aunque también le trajo problemas en alguna ocasión, como el reportaje de lencería para Vogue que realizó con la misma Kate en su apartamento de Londres y que acabó siendo acusado por algunos medios como de pornografía infantil y de fomentar el estilo heroin chic.
En 1996 se le diagnosticó un tumor cerebral del que fue operada y tras lo que se le dieron ocho años de vida. En realidad, Corinne vivió casi catorce más y hasta el momento de su muerte trabajó regularmente para diferentes ediciones internacionales de Vogue entre otras publicaciones. Su obra se ha expuesto en museos y galerías londinenses como The National Portrait Gallery, Victoria & Albert Museum, Tate Modern o la Saatchi Gallery así como en el neoyorquino Whitney Museum.
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