Amiguitos, dice la Wikipedia que Clifford Brown fue un trompetista de jazz estadounidense que falleció prematuramente, no sin antes haberse convertido en una destacable figura del bebop y hardbop con un sonido muy cálido. No es pues de extrañar que Clifford Brown sea el primero de la inmensa lista de pseudónimos que utilizó a lo largo de su prolífica carrera Jesús Franco, que –como los interesados en su obra sabemos– era un enorme aficionado al jazz además de notable compositor. Total, que tras la introducción, os presento hoy a esta Les démons, escrita y dirigida por Clifford Brown, que protagonizaron entre otros Howard Vernon –uno de los actores fetiche del realizador madrileño– y Britt Nichols –la portuguesa Carmen Yazalde–, que al igual que Vernon, repetía con Franco después de rodar La hija de Drácula. El argumento nos muestra cómo una mujer acusada de brujería lanza un juramento contra Lord Jeffries y Lady De Winter mientras es ajusticiada en la hoguera, asegurando que sus hijas la vengarán y que la ira del Diablo caerá sobre los culpables de su muerte.
Asustada por la maldición, Lady De Winter se dedicará a buscar a las hijas de la bruja, Kathleen y Margaret –aunque sólo una de ellas ha heredado la servidumbre a Satán de su madre–, a las que encontrarán en el convento de Blackmoor, donde seremos testigos de pasiones desenfrenadas, traiciones y horribles castigos. En resumen, piltrafillas, Les démons es una mezcla de película de brujería y nunsploitation que ha llegado a mi en su versión sin censura, cargada de cuerpos desnudos y lujuria. La fotografía es muy correcta, la ambientación e interpretaciones más que aceptables y –como he dicho– la elevada dosis de piel desnuda femenina convierte a esta película de Jesús Franco en otro exponente recomendable de su extensa obra, pese a esos efectos especiales de baratillo y que el argumento no nos ofrece nada original a destacar. Entretenida, que ya es mucho.
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