domingo, 3 de abril de 2016

La playa de los ahogados


Piltrafillas, mi primera reseña de hoy es para la española La playa de los ahogados, película dirigida por el madrileño Gerardo Herrero basada en la novela homónima del vigués Domingo Villar. Protagonizada por Carmelo Gómez y Antonio Garrido en los papeles del inspector Leo Caldas y el subinspector Estévez, la cinta nos cuenta como una mañana nublada y fría aparece el cadáver de un marinero en una playa de Panxon, parroquia del municipio pontevedrés de Nigrán. Se trata de Justo Castelo, pescador que años atrás fue uno de los tres únicos supervivientes de un extraño naufragio acaecido en la zona. Sin embargo, el cuerpo aparece con las manos atadas de una manera que indica que, contra lo que podía parecer en un primer momento, no se trata de un suicidio. El trabajo de Caldas y su compañero consistirá en resolver el misterio interrogando a todo aquel que hubiese tenido relación con el difunto. 


Amiguitos, La playa de los ahogados es otra de esas películas que uno, si hiciese siempre caso de las críticas que lee, quizás no hubiese visto. Y es que la mayoría le echaban en cara que no supiese transmitir la atmósfera cerrada y apegada a las tradiciones ancestrales del carácter de las gentes del mar de la zona o que el guión tuviese demasiado diálogo. En ese sentido, quizás es cierto para aquellos a los que, cuando sale al mercado una novela interesante, se dicen aquello de “ya la veré cuando hagan la película”. Pero a los que nos gusta leer, que haya profusión de palabras sólo supone pasar a la pantalla lo que cualquier lector hace, que es crear en su cerebro las imágenes de los diálogos que lee. A lo mejor eso no sea muy cinematográfico estrictamente hablando al ir en detrimento de la comunicación por imágenes, pero tampoco convierte directamente en mala una película, siempre y cuando no la haga tediosa. Y en mi opinión, eso no ocurre. La playa de los ahogado es amena aunque quizás un poco lenta, aunque si hubiese sido surcoreana hubiésemos alabado ese ritmo pausado oriental. A destacar el trabajo natural de Carmelo Gómez, el televisivo Antonio Garrido –un actor visto en las series Los protegidos, La chica de ayer o El Caso: Crónica de sucesos– y secundarios como Luis Zahera, estupendo. Creo que con una fotografía distinta y una música acertada estaríamos ante una estupenda película, así que hacedme caso y no os fiéis de la crítica profesional que a veces se deja llevar más por la mente que por el corazón. En mi caso, como no tengo ni idea de lo que hablo, me limito a valorar si me ha entretenido o no. La respuesta es que sí.

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