domingo, 8 de julio de 2012

Howling


Mi última película del día es la surcoreana Howling –y sí amiguitos, también la protagoniza Song Kang-ho como podéis imaginar-, otro exponente del cine de ese país, tan dado a la mezcla de géneros. Esta vez, la historia que nos cuenta la cinta de la que os quiero hablar es la de dos detectives de la policía de Seúl –el veterano Sang-gil y la joven Eun-young- que deben investigar la muerte de un hombre que ha aparecido calcinado en un aparcamiento. En un posterior examen del cadáver descubren lo que parece el mordisco de un gran perro y todo indica que lo ocurrido es un simple aunque algo extraño suicidio. Sin embargo, todo cambia cuando en el laboratorio identifican un misterioso dispositivo explosivo y de pronto se empiezan a producir muertes de personas que parecen haber sido atacadas por una misteriosa criatura, una especie de lobo.


Piltrafillas, cuando comento entre mis compañeros de trabajo que soy un enamorado del cine surcoreano, me miran extrañados y se burlan como si les hubiese hablado del cine experimental iraní. Pero es que no tienen ni idea de la impresionante industria cinematográfica y del talento que hay en Corea de Sur, pareja o superior en muchas ocasiones a la quizás más conocida japonesa. Por supuesto, de productos infames hay en todas partes –mirad España, Francia o los mismísimos Estados Unidos-, pero no creo que sea el caso de la mayoría de las numerosas películas de ese país que os he comentado en este blog ni –por supuesto- de esta que hoy me ocupa, una buddy movie policíaca con tintes de terror en la que la diferencia de sexo de los compañeros aporta un punto de frescura a la trama y sirve de excusa para tratar el machismo que impera aún en ciertos trabajos en los que la presencia masculina ha sido mayoritaria habitualmente. Así pues, buenas interpretaciones, intriga, medios técnicos, fotografía, música, casi dos horas de distracción... todo ello hace de Howling otra cinta muy recomendable en opinión del King Piltrafilla. Que me hagáis caso o no ya es cosa vuestra.

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