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Preparo el fin de semana con la figura de Michael Woolley, un australiano que creció en Londres –en donde reside actualmente aunque pasó un tiempo trabajando en París- y que muy pronto descubrió –de hecho a los 12 años ya se compraba el Vogue- que su pasión era la fotografía de moda. Además de trabajos en publicidad para firmas como Bloomingdale’s, Issey Miyake o Shiseido, si por algo se le reconoce es por haber aparecido en las páginas de numerosas publicaciones de la talla de Glamour, Vogue, Marie Claire, Interview, The Face, Arena o Elle, entre otras.
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