domingo, 18 de enero de 2009

100 tears





Este domingo os hablaré de la película que he visto hoy mismo, una cinta gore de 2007 que lleva el título de 100 tears. Amiguitos, los payasos de circo y quienes se pintan como ellos –Ronald McDonald, Cayetana de Alba...- siempre me han causado cierta desazón y en cuanto a la imagen cinematográfica del que Stephen King ideó para It, bueno, creo que no tengo que deciros nada más. Pues bien, el protagonista de la cinta de la que os voy a hablar se lleva la palma. Alla voy. Comienza la película y –mientras aparecen los títulos de crédito iniciales- vemos como alguien se maquilla la cara de blanco en una habitación decorada con infinidad de figuritas de porcelana representando clowns. En la banda sonora suena una canción en la que predomina el sonido de un órganillo, one two three four, somebody’s knocking, it’s the devil at my door, y vemos que una aterrorizada joven ensangrentada está atada en un oscuro rincón de esa misma casa.




Una cosa está clara, la película no trata de los avistamientos marianos de Fátima. La acción da un salto hacia atrás y nos enteramos de que unos periodistas deciden hacer un reportaje sobre los asesinos en serie, en concreto uno denominado Teardrop Killer. Como os podéis imaginar, hubiesen hecho mucho mejor dedicándose a escribir sobre patchwork. Horror sangriento, brutal y depravado en una cinta cutre de serie Z. Los actores, los encuadres, el montaje, el sonido... lo cierto es que a ratos la calidad general se acerca más al trabajo de fin de carrera de un friki que a una superproducción de Hollywood. Pero quizás es ese el mérito del film –de hecho, hay realizadores que han “afeado” sus obras para darles un toque más siniestro-, lo que provoca más angustia aún en el espectador, esa sensación de proximidad y crudeza. Sí piltrafillas, algunos de los hachazos que se ven en la cinta son tan faltos de artificio cinematográfico que casi duelen de verdad.