viernes, 15 de agosto de 2008

La Bestia (1975)


Y ahora La Bestia. La película nos cuenta, por un lado la leyenda de una joven violada por una bestia dotada por un pene imponente que, al parecer, la deja embarazada. Hay que decir que -en esta ocasión- es la mujer quien, excitada por el placer que le ha proporcionado el bicho, fornica con éste hasta matarlo. Amiguitos, hay que decir que con esta cinta, Borowczyk digamos que traspasó la línea entre el erotismo y la pornografía convirtiendo -por ejemplo- la escena del bosque en una orgía zoofílica cargada de esperma hasta lo grotesco.




Por otro lado tenemos a la protagonista del film, una rica heredera que ha de casarse con un aristócrata francés venido a menos. El quid de la cuestión es, ¿es ese hombre que esconde un secreto uno de los descendientes del linaje de la bestia? En fin amiguitos, si dejamos a un lado esa especie de peluche gigante, despeinado y empalmado, y a la escena de la protagonista en su cama “jugando” con una rosa –otro de los momentos en los que el director pierde de vista la mesura y deja poco espacio a la imaginación- nos encontramos con una cinta bastante insulsa que pone al día el mito de la Bella y la Bestia desde un punto de vista sexualmente explícito. Aburrida amiguitos. Quizás hace veintipico años me obnubiló el carácter semipornográfico de la cinta, pero lo cierto es que hoy en día, ver a una especie de King Kong pulgoso masturbarse con una peluca no es lo que más me motiva.

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