Piltrafillas, cuando os hablo de pintores clásicos –utilizando una acepción amplia de ese concepto y entendiendo a estos como anteriores al siglo XX- casi siempre se trata de maestros europeos. Hoy os voy a hablar del bonaerense Eduardo Sívori, nacido en 1847. Su caso es excepcional. Eduardo se dedicaba al comercio cuando en un viaje a Europa quedó entusiasmado con la pintura. De regreso a Argentina estudió Bellas Artes y más tarde –con casi 37 años- se trasladó a París para seguir aprendiendo. Cuando regresó a Buenos Aires en 1890 se dedicó a pintar motivos criollos y paisajistas –inaugurando a su vez la práctica del grabado al aguafuerte- hasta derivar, influenciado por el impresionismo, a una pintura más luminosa y clara. Falleció en 1918 y lo cierto es que en los libros de Arte se habla más bien poco de él. Mirad por donde piltrafillas, he tenido que poner remedio a ese ostracismo desde mi humilde página.
miércoles, 20 de agosto de 2008
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