No amiguitos, no es ni un problema en la pantalla ni en vuestros ojos. Lo que pasa es que este fotógrafo de Düsseldorf llamado Thomas Ruff, entre otras importantes obras, concibió una serie de imágenes basadas en pornografía que expuso en una serie denominada Nudes, después de tratarlas digitalmente para oscurecerlas o desdibujar lo que en ellas se representaba. La crítica fue variada. Por mi parte, desconozco en estos momento si el autor de las fotografías que utilizó como base fue él, o Thomas se limitó a capturarlas de internet antes de manipularlas. Sea como sea, es un ejemplo más de ese tipo de Arte que ofrece dudas sobre su necesidad o valía. De momento, lo que sí ha hecho –y a veces creo que esa es su verdadera, única y legítima función- es llamar la atención. Eso sí, con un mínimo de sentido estético.
lunes, 18 de agosto de 2008
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