domingo, 3 de febrero de 2019

The house that Jack built (2018)


Pues sí, amiguitos, hoy os traigo The house that Jack built, la última película del provocador Lars Von Trier que ya pasó por los festivales de Cannes y Sitges y que, según algunos, podría significar el adiós al cine del realizador danés. Un resumen muy superficial del argumento sería el retrato de la evolución de un asesino a lo largo de poco más de una década durante la que nunca ha sido detenido mientras intenta comprender el porqué de su comportamiento y justifica sus actos con la búsqueda del arte. ¿Y qué queréis que os diga?, la cinta comienza y, conociendo la sinopsis, el encuentro con Uma Thurman y su palabrería es de lo más tenso que he visto últimamente. Y no sé si es lo que Von Trier pretendía, pero en mi caso me ha hecho empatizar con un Jack que parece querer escabullirse de la situación y escapar del destino al que se ve empujado, y pensar –cuando este llega– que la gilipollas se lo había buscado. De hecho, conforme vamos asistiendo a la evolución del psicópata Jack, cada escena en la que aparece hablando con otras personas transmite una enorme tensión. Es decir, ¿sabe esa persona que quizás ese tipo de extraña verborrea decida quitarle la vida en pocos segundos? Lo que parece claro es que Von Trier se ha reflejado en su protagonista, realizando una especie de autorretrato estableciendo paralelismos entre su polémica obra y los asesinatos de Jack, ese ingeniero con vocación de arquitecto, enamorado del arte y aquejado de un trastorno obsesivo compulsivo, además de un tipo con suerte. La película quizás no sea de las mejores del año, pero Matt Dillon está muy bien. Creo que ha sido injusto que este año no haya sido nominado más que en los daneses Premios Bodil. La suya me parece una interpretación estupenda. 


La película tiene escenas brutales, como –entre otras– la del picnic de caza, cruel, pero sin casi sangre ni imágenes explícitas. En ese sentido, la película es dura, pero nada gore ni desagradable, contrariando las exageradas noticias que han precedido a su estreno. Sin embargo, esas notas de prensa explicando cómo la gente abandonaba la sala no han hecho más que regalarle una vez más propaganda gratis a Von Trier. De hecho, recuerdo que es lo mismo que decían de Re-Animator cuando se estrenó –yo mismo fui testigo de espectadores que abandonaban la sala el dia que asistí a la proyección– y ahora se considera un clásico del género. Si le tengo que encontrar un pero a esta The house that Jack built sería su excesivo metraje. Quizás hubiese funcionado mejor sin tanta introspección, como comedia negra o como thriller, incluso con un histriónico Nicolas Cage como protagonista, pero claro, no hubiese sido una película de Von Trier. Y es que el error es pensar que esta es una simple cinta sobre un asesino que se contruye una casa junto a un lago, con aburridos insertos de voces en off de Jack filosofando con su alter ego Verge –por cierto, el gran Bruno Ganz de El cielo sobre Berlín, vista aqui– junto a imágenes de pinturas antiguas, catedrales góticas, ilustraciones de ciervos, escenas de animación o esas en las que Jack con sus cartelitos emula al Bob Dylan del vídeo de Subterranean Homesick Blues. Al final, a Lars Von Trier ya se le va la olla del todo antes de esa broma a lo Joker en forma del Hit the road Jack de Percy Mayfield en los títulos de crédito. Y es que a lo mejor todo ha sido eso, una gran broma del director. En fin piltrafillas, que no es tan extrema como cuentan, es visualmente atractiva, está bien interpretada y –pese a esos momentos algo sobrantes para mi gusto– la encuentro de lo más recomendable. 

Como bonus, acompaño los dos temas mencionados además del Fame de David Bowie, que también se escucha en un par de escenas.



2 comentarios:

Atticus Bewster dijo...

NO es que el tema me diga... pero, le prometo que cuando la vea, le digo algo.

King Piltrafilla dijo...

Si el tema NO le dice... dudo que la vea. Pero esperaré.