viernes, 8 de febrero de 2019

Jean-Michel Jarre – Oxygène (Disques Motors-1976)


En efecto, amigos, este álbum no es de los típicos que podéis encontrar en mis entradas, ni por género ni por época. Sin embargo, es uno de los que más años lleva conmigo. Me refiero, como véis, al megaicónico Oxygène del no menos mítico músico francés Jean-Michel Jarre, hijo del compositor de memorables bandas sonoras Maurice Jarre. Aparecido en 1976 –aunque yo tengo la edición española del año siguiente–, fue grabado por un aún veinteañero Jean-Michel en su propio piso. Más accesible que el de sus coetáneos Kraftwerk, mucho más fríos, el sonido que Jarre imprimió a su opera prima a nivel masivo –ya había hecho algunos trabajos previamente pero este álbum supuso su lanzamiento internacional– le proporcionó estupendas críticas y unas ventas aplastantes que ni él mismo se había imaginado. 


Con portada de Michel Granger –un regalo de la actriz Charlotte Rampling al músico, por entonces su pareja– que en realidad inspiró toda la obra y con Jarre tocando el Melotrón, sintetizadores Eminent, AKS, VSC 3, RMI, ARP y un órgano Farfisa –por cierto, no tiene nada que ver pero documentándome he visto que la marca italiana Farfisa acabó convirtiéndose en un referente en el mundo de los porteros automáticos, ahí es nada–, el track list del álbum fue: 

A 
Oxygène Part I 
Oxygène Part II 
Oxygène Part III 

B 
Oxygène Part IV 
Oxygène Part V 
Oxygène Part VI 

En cuanto a los temas, evidentemente no os hablaré de ellos individualmente ya que opino que este álbum –al que me resulta imposible no amar– debe disfrutarse entero, de pe a pa y a poder ser con auriculares. Es un hito de la musica de sintetizadores atmosferica que –al menos en mi caso– le traslada a uno a universos sensoriales que otros géneros como mi amado metal en todas sus excitantes variantes es incapaz de llevarme, las cosas son así. 


El éxito de Jarre continuaría con Equinoxe –con un segundo movimiento muy emparentado con su predecesor oxigenado– o Les chants magnetiques, una etapa que culminaría con una serie de conciertos multitudinarios en China que se plasmarían en el imprescindible álbum doble The concerts in China –que tuve en casette y del que desgraciadamente sólo conservo la segunda parte– y le convertirían en un músico millonario en todos los sentidos. 


Más tarde llegó Zoolook, aunque yo ya estaba muy metido en el hard ‘n heavy y sólo recuerdo el tema homónimo y su fascinante vídeo dirigido por Jean-Pierre Jaunet y Marc Caro, responsables de cintas imprescindibles del moderno cine francés como Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos. Desde entonces ignoro qué es lo que ha compuesto o grabado Jean-Michel Jarre, pero para mi siempre será uno de los músicos que formaron parte de la banda sonora de mi vida. 

Cierro el aporte con el clip del último tema de su obra de 1982 The concerts in China, que durante años me hizó llorar y que aún hoy me provoca un nudo en la garganta. 

¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla


Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com

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