domingo, 8 de octubre de 2017

TNT Jackson (1974)


Amiguitos, hoy os traigo otro ejemplo de blacksploitation de esos que tanto me entretienen aunque esta vez se aleje un poco de la senda estilística habitual. Y es que, aunque la protagonista de esta TNT Jackson –llevada a la pantalla por Jeannie Bell, quien cinco años antes se había convertido en la segunda chica de raza negra en aparecer desnuda en Playboy– es una heroína de ébano del estilo de sus coetáneas Cleopatra Jones o Foxy Brown, ni la mayoría de actores y actrices son de raza negra ni la acción transcurre en Harlem. Así, aunque los orígenes de esta antigua delincuente juvenil llamada Diana Jackson –they call me TNT– se encuentran en dicho barrio al norte de Manhattan, la cinta comienza justo después de que maten a su hermano, cuando Diana acaba de llegar a Hong Kong para encontrarse con él sin saber la mala noticia. Después de aterrizar, el taxista se niega a llevarla al club nocturno al que quiere ir a causa de lo poco recomendable del barrio, pero acepata acercarla lo más posible. Al poco de encontrarse en su destino, Diana es testigo de un intento de violación y de una pelea. Por supuesto, su aparición en la zona es detectada rapidamente y ella misma no tarda es ser atacada. Lo que no saben los que la rodean es que TNT Jackson es toda una experta en karate por lo que tiene lugar una sobreactuada y larga escena de pelea de artes marciales algo cutre, tanto por su coreografía –tan lenta en ocasiones que se advierte como en algún momento se hace uso de la cámara rápida para acelerar los movimientos– como por detalles como esa pretendida maleta de viaje, que se nota que está vacía y no pesa nada. Total, que cuando logra deshacerse de sus atacantes, una joven rubia ayuda a Diana y la conduce en su coche al Joe’s Heaven. El nombre de ese club es lo único que sabe del posible paradero de su hermano. Allí conoce a Joe, un maestro de artes marciales que es el dueño del local y la acoge bajo su protección mientras, sin decírselo, investiga en secreto lo que le ha ocurrido a Stag Jackson. 


Y conforme avanza la historia, TNT conocerá a Charlie –un hampón a las órdenes de Sid, un poderoso traficante de drogas–, al mismo Sid y a su novia Elaine, la joven que la condujo hasta Joe. Todos ellos son clientes habituales del Joe’s Heaven. Sea como sea, cuando Joe le dice a TNT que su hermano ha muerto y que lo mejor que puede hacer es marcharse, ella le dice que de eso nada y que va a encontrar al asesino y romperlo en pedazos. Con el tiempo, TNT acabará en los brazos de Charlie ignorando que él fue quien mató a su hermano. Por otra parte, no todos los personajes de esta historia son quienes afirman ser. En fin, piltrafillas, que estamos ante un típico producto setentero de la factoría de Roger Corman en el que este metió mano en un guión escrito por Dick Miller y Ken Metcalfe –que el la cinta interpeta a Sid– y que fue producido y dirigido por el filipino Cirio Santiago, por lo que se comprende que las calles supuestamente de Hong Kong fuesen en realidad las de los alrededores de Manila. Completan el reparto de TNT Jackson Stan Shaw con un peinado afro que parece un seto de pelo podado como un balón, la guapa Pat Anderson y Chiquito, un famoso actor filipino llamado realmente Augusto Valdez. La verdad es que la película está llena de acción y aroma a bajos fondos, pero fallos como los antes mecionados de la pelea inicial hacen que no se la pueda tomar en serio. Sin ir más lejos, un momento álgido de la cinta –la pelea en topless de TNT con Ming y sus secuaces– tiene un ridículo error de raccord cuando Diana está vestida únicamente con unas bragas marrones y en un momento dado se la ve pegar un salto llevando ropa interior blanca antes de caer sobre uno de sus atacantes con –nuevamente– sus bragas marrones. Otro fallo se produce cuando en una escena en la que Elaine sale de la ducha, cuelga la toalla y esta se le cae al suelo sin que la joven haga ningún caso de ello y prosiga actuando como si nada. En definitiva, artes marciales, desnudos gratuitos, disparos y entorno exótico que dan forma a este blacksploitation setentero sui generis. No os la podéis perder.

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