domingo, 7 de septiembre de 2014

La madre muerta (1993)


Y ahora, maravillado por la historia, la puesta en imágenes y las interpretaciones de sus protagonistas, os presento a La madre muerta, estupendo segundo largometraje del director gasteiztarra Juanma Bajo Ulloa. Con fantástica fotografía del multipremiado Javier Aguirresarobe –quizás el eibarrés más internacional, con permiso de Ignacio Zuloaga- y una conmovedora música de Bingen Mendizábal, la historia –escrita por el mismo realizador- nos cuenta como Ismael, un criminal psicópata, asesina a una mujer ante los ojos de Leire, su hija de corta edad en el curso de un robo nocturno en casa de aquella. Años después, Ismael -que vive junto a Maite, su compañera emocionalmente dependiente- se encuentra casualmente con aquella niña convertida ya en adolescente. Al parecer, quedó tan traumatizada por el violento incidente que en la actualidad vive recluida en una institución para discapacitados mentales. A partir de ese momento, Ismael se obsesiona de tal manera con que Leire pueda reconocerle que decide secuestrarla para acabar con ella. Sin embargo, la llegada de la joven al hogar de la pareja dará pie al inicio de una enfermiza relación a tres bandas en la que amor, celos y miedo trastocará por completo la vida de los protagonistas. 


Amiguitos, La madre muerta me ha parecido una película impresionante. Aunque conocía la obra de Bajo Ulloa, empecé con él con Airbag pero por supuesto, voy a intentar hacerme con Alas de mariposa ya mismo. La película, que tiene –como ya os he dicho- unas estupendas música y fotografía y consiguió numerosos premios en certámenes nacionales e internacionales, se sustenta en las fabulosas, naturales y creíbles interpretaciones del fabuloso Karra Elejalde, Lio –actriz y cantante belga de ascendencia portuguesa- y una impresionante Ana Álvarez con un papel dificilísimo por la contención que necesitaba que le reportó varios galardones. También destacaría el trabajo de Silvia Marsó, protagonista de una de las escena con más suspense de la película. La madre muerta es una mezcla de thriller, cuento gótico, película de serial killers y triángulo amoroso con una estética visual apabullante y pinceladas de humor negro gamberro que para nada desentonan en la obra ni le restan fuerza, todo lo contrario. La escena del intento de asesinato de la anciana es prueba de ello. En fin, piltrafillas, aquellos que aún no conozcáis esta joya haced como yo y disfrutadla de inmediato. No os arrepentiréis. 


Aprovecho para acompañar la entrada de un sugerente retrato de Lio y -aunque rompa con el tono de la película-, no puedo dejar pasar la ocasión de adjuntaros también el clip del single que poco más de diez años antes de rodar la cinta la lanzó a la fama. Apuesto que únicamente los que ya tengáis cierta edad sabréis apreciarlo, aunque sólo sea por pura nostalgia.

2 comentarios:

Unknown dijo...

La fotografía me encanta, ergo, he de echarle un vistazo. Un abrazo, King. Cuídate.

King Piltrafilla dijo...

No te defraudará. Además, a veces recomiendo películas con un interés puramente estético. En esta ocasión ya te digo que, además de la vertiente visual, hay mucho más para admirar en esta obra.