sábado, 6 de julio de 2013

Plagios

Piltrafillas, existe la creencia popular de que en el mundo de la música se pueden utilizar melodías de otros autores sin que se considere plagio, siempre y cuando se tenga cuidado al copiar de que cada cuatro notas se debe variar una o que los compases iguales no debe superar un número que según la mayoría de las fuentes se establece en ocho. Nada más lejos de la realidad. Se considera plagio toda canción que, al oírla, recuerda rápidamente a otra que –la mayoría de las veces, porque sino es de tontos copiarla- ha tenido éxito con anterioridad. Hay grupos que se autoplagian constantemente, es cierto, aunque eso se considera seguir un estilo propio o mantenerse fieles a la fórmula que les ha dado la fama y –por otra parte- no supone ningún peligro en cuanto a posibles demandas. Pero, ¿por qué os cuento hoy todo esto?, pues porque no hace mucho caí en la cuenta de un plagio que para mi es obvio ahora que me he percatado aunque ya os confieso que tras años de escuchar ambos temas no había establecido la relación. Se trata de la extraordinaria coincidencia –o no- del inicio de Baba O’Riley de The Who después de los sintetizadores y del de Hungry for heaven de Dio, tras la intro de los teclados. Decidme si estoy loco o qué. 



En realidad se trata de solo tres notas, por lo que yo también comencé a investigar lo que os he contado antes sobre la cantidad de compases y notas coincidentes intrigado por este caso del que nunca recuerdo haber oído hablar de plagio. Sin embargo, ya ha quedado claro que no existe tal atenuante. Los dos comienzos son iguales y ya está. Amiguitos, ignoro si Pete Townshend se puso en contacto alguna vez con Ronnie James Dio y Jimmy Bain, o si se lo tomó como un homenaje, pero –no sé lo que pensaréis vosotros- para mi está clara la inequívoca relación de equivalencia entre ambas introducciones. Otro caso en el que mi cerebro ha establecido raras conexiones emocionales es el de Night Crawler de los australianos AC/DC y Jesus just left Chicago de los texanos ZZ Top. ¿Son acaso figuraciones mías, u otro sincero homenaje? 



Y ya que estoy con este tema, os comento ahora un caso en el que –pese a ser negado incomprensiblemente al principio-, la autora del tema One Word de Kelly Osbourne tuvo que llegar a un acuerdo económico con los del tema Fade to Grey de Visage. Por supuesto, en este caso el plagio es obvio a más no poder.



No hay comentarios: