jueves, 28 de abril de 2011

Royal wedding


Amiguitos, la verdad es que hasta el último momento he dudado en hablar o no de ello –me refiero a la boda que mañana se celebrará en Londres- porque la verdad es que me importa más bien poco la vida de Guillermo y Catalina. Sin embargo, cuando me he encontrado con este platillo conmemorativo –los británicos son muy dados a estas tonterías- me ha entrado un monumental cabreo. Ya me había dado cuenta hace días de que la fecha escogida para el enlace era un viernes y –tonto de mi- lo único que se me había ocurrido es que en lugar de estar mirando el reportaje en directo por televisión –sí ¿qué pasa?, a mi estas cosas no me llaman la atención desde el punto de vista sentimental o de detalles como qué vestido llevaba quién, pero tenía ganas de ver las calles de Londres engalanadas y esos primeros planos del interior de la Abadía de Westminster con los que seguro que el realizador obsequiará a los televidentes- iba a estar asistiendo a la segunda clase del cursillo de excelencia en la atención al cliente con el que mi empresa me recompensa después de veinte años de servicio a las personas. Así que buscando en la memoria –Google, para ser exactos- he constatado que nuestros príncipes Felipe y Letizia-con-zeta se casaron un sábado mientras que la boda en viernes del Guille y su novia ha propiciado que el día sea festivo para los británicos. Así se hacen las cosas amiguitos, eso es captar adeptos a la causa. Porque uno puede ser o no monárquico pero ¡coño!, tengo un día de fiesta, bienvenido sea y Dios salve a los príncipes muchos años y celebren ceremonias entre semana. Y aquí en nuestro país, ¿qué pasó?, pues que con una monarquía más precaria que la de Albión, a nadie se le ocurrió tener un detalle así, no, aquí se casaron un puto sábado con lluvia con lo que a) para la mayoría de la población no hubo día festivo de regalo y b) para muchos madrileños y turistas de paso supuso un engorro desplazarse por la ciudad en su día de asueto. Y claro, no es de extrañar que a uno se le ocurriesen maldades como “mira cómo llueve, se le va a mojar el vestido, ¡que se joda!”. En resumen, que al final –cabreado como estoy, no por el detalle que la casa real británica ha tenido con sus súbditos sino por la ausencia del que la casa real española tuvo con nosotros- he decidido dedicar una entrada a esta pareja deseándoles que sean felices y que ni un grupo escindido del IRA, ni Al-Qaeda ni los antisistema les agüen la fiesta, una fiesta que en España no tuvimos.

1 comentario:

Lai dijo...

·Lo que han podido reír, mientras se tomaban 15 knp's + o -
·Yo he reído
·otros han hecho negocio
·otros han creído...