jueves, 26 de marzo de 2009

Lamborghini 400 GT




Le llega el turno a un clásico, el precioso Lamborghini 400 GT. Aprovecharé –antes de hablaros de este coche- para poneros en antecedentes. Por si no lo sabéis, la marca la fundó en 1963 un tal Ferruccio Lamborghini, un tipo que al acabar la segunda Guerra Mundial amasó una gran fortuna comprando material militar al ejército para convertirlo en maquinaria agrícola, sobre todo tractores. Pues bien, el tipo era un enamorado de los coches y compró varios Mercedes, Lancias, Maseratis y Ferraris. Lo que pasó entonces es historia.

Lamborghini se quejaba siempre de que sus Ferrari le daban problemas mecánicos demasiado a menudo. Una vez, cansado de ello, contactó con Enzo Ferrari para exponerle sus quejas. Evidentemente, a Enzo no le hizo ninguna gracia y le contestó a Ferruccio que un fabricante de tractores no podía entender de coches. Así que el orgulloso Lamborghini se tomó como un reto personal construir automóviles que sobrepasaran en fiabilidad, potencia y belleza a los que Ferrari hacía. Así, entre el 350 GT primerizo y el rompedor Miura de 1967, Lamborghini sacó al mercado el deportivo 400 GT del que hoy os he querido hablar, una joya con motor V12 de 300 cv que fue presentada en el Salón de Ginebra en 1966 con gran éxito. Y es que no me negaréis que era bonito.

2 comentarios:

Legolas dijo...

Que bonita relación de amor a la italiana. Siempre he creído que de una buena disputa pueden salir cosas alucinantes y es que el ser humano siempre trabaja mejor bajo presión aunque a larga eso comporte consecuencias.

King Piltrafilla dijo...

¿Se refiere a la salud?, porque si la presión y la mala leche es la que nos hace ser más creativos... ¡muera el arte!