Ya está piltrafillas, mes de Agosto, pleno verano, ir a la playa -algunos, que lo que es a mi no me verán el pelo por ninguna- y tumbarse al sol. Ahora es el momento de que esos clones de lagarto pidan visita en el dermatólogo para cuando en Septiembre regresen a su vida normal y ver qué coño es esa manchita que les habrá salido en la piel. Con un poco de mala suerte será un precioso melanoma. Y es que no aprenden. Ya me diréis que placer pueden experimentar dejando que la radiación solar abrase su dermis. Ya pueden aparecer oncólogos y dermatólogos en prensa escrita y televisión avisando de lo pernicioso que es el sol sin una adecuada protección. Pero nada, ellos a freírse sobre la arena. Por lo menos hay quien -como estas dos amigas- hacen caso de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y se embadurnan mutuamente de aceite bronceador.
sábado, 2 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario