Es hora de contaros algo de un ilustrador. Esta vez he escogido la figura de Gerald Brom, un artista obsesionado por la creación de imágenes, extrañas, monstruosas y –a la vez- bellas. Con sólo 20 años comenzó trabajar como ilustrador publicitario, pasando luego por diversos trabajos como portadista de novelas de Michael Moorcock y otros, ilustrador de trading cards, dibujante de comics para las editoriales DC o Dark Horse, diseñador de escenarios para juegos de ordenador –por ejemplo, para DOOM2- y como artista gráfico para diversas películas –desde Sleepy Hollow hasta Scooby Doo- que le han llevado a publicar varios libros recogiendo su arte.
viernes, 15 de agosto de 2008
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