Ya he conseguido descargarme –llevaba semanas intentándolo- la japonesa Female prisoner #701: Scorpion de Shunya Ito. Se trata de la primera de una saga de cuatro cintas protagonizada por la actriz Kaji Meiko que –según diversas fuentes consultadas- le sirvió a Quentin Tarantino como inspiración para sus Kill Bill. De hecho, opino que Tarantino puso varias películas del cine japonés de violencia y sexploitation –no sólo esta- en un bol para pasarlas luego por su particular batidora, pero no es ese el tema. La historia de la tetralogía se basa en una tal Matsu (nombre completo Nami Matsushima) que, enamorada de un policía corrupto que la introduce en un clan yakuza para progresar en su carrera, se ve traicionada por éste y –después de intentar matarle- acaba en prisión en donde sufre vejaciones por parte de los guardianes y de las otras convictas.
La película comienza con Matsu escapando de la cárcel, a donde no tarda en ser devuelta mientras –con unos sencillos flashback- se nos explica por qué está allí. Pero Matsu dedicará todas sus fuerzas a fraguar un plan para escapar y vengarse de todos cuantos la engañado, en especial su ex-novio. Un día, durante un motín en el que sus compañeras la torturan salvajemente, consigue huir en el fragor de la lucha entre presas y guardianes por el control de la prisión. Entonces comienza su venganza.
Distraída de ver amiguitos, y todo un pasatiempo recomendable si sois unos frikis como yo. Además, como la mayoría de películas japonesas de este tipo, la he visto en versión original, lo que tiene su mérito.
Distraída de ver amiguitos, y todo un pasatiempo recomendable si sois unos frikis como yo. Además, como la mayoría de películas japonesas de este tipo, la he visto en versión original, lo que tiene su mérito.
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