Retomo mis colaboraciones en este blog con una verdadera joya de la mano de los Exodus. Evidentemente, no se trata de la banda de Gary Holt, sino de un grupo de rock sinfónico originario de Varsovia que estuvo activo entre mediados de los 70 y mediados de los 80 y que he descubierto gracias a mi paso por Polonia este verano. El disco, titulado The most beautiful day es el primer elepé después de años de actuaciones de esta banda fogueada en los directos, lo que les otorgó no sólo fama en la capital sino la oportunidad de hacer bolos por otras ciudades y que inclusó les llevó a actuar en la Unión Soviética o la República Federal de Alemania.
Así, tras aparecer en programas de televisión, actuar en emisoras de radio
o sacar algunos singles –aunque el tipo de música que hacía la banda exigía
un formato más extenso–, lograron que el sello de Varsovia Muza les grabase
este álbum del que al parecer poseo una reedición de 1981. Producido por
Andrzej Puczynski y la banda y con portada de Stefan Szczypka, contó con la
interpretación musical del mencionado Puczynski a las guitarras, bajo, voces
y sintetizador, su hermano Wojciech al bajo y guitarra, Pawel Birula a las
voces y guitarra acústica, Wladyslaw Komendarek al órgano, sintetizador y
clavicordio, Zbigniew Fyk a la batería y percusión y Adrzej Kropiewnicki a
los coros y efectos especiales.
Se inicia la primera cara del disco con una canción en dos partes, Ci Wybrani (Los elegidos), que comienza con un sintetizador solitario que rápidamente se envuelve en voces, guitarras, bajo y batería, dando forma a lo que podría ser un tema de los londinenses Camel mezclado con una tonada de taberna, antes de que el sonido de una tormenta nos introduzca en la delicada segunda parte de la canción, una Stary Noe (El viejo Noé) liderada por una guitarra acústica que redondea la composición y viene seguida por una estupenda Złoty Promień Słońca (Rayo de sol dorado) que da gusto escuchar. Definitivamente, sólo con estos dos temas ya se entiende por qué la banda era una de las líderes del rock sinfónico polaco de la época y pienso que, de haber cantado en inglés, podrían haber sido mucho más conocidos. Claro que, aunque de tanto en tanto disfruto con obras como esta, no soy un entendido o conocedor del panorama progresivo setentero por lo que a lo mejor resulta que quien no los conocía soy yo y los Exodus son unos iconos del género en toda Europa. Total, que Widok Z Góry Najwyższej (Vista desde la montaña más alta) concluye la cara con otro etéreo temazo en el que sintetizador, bajo, guitarras y voces le atrapan a uno en una atmósfera de psicodelia y prog rock más que atractiva para este que os escribe.
Giramos el vinilo y la cara B está ocupada por la suite Ten Najpiękniejszy Dzień (Este día más hermoso), dividida en cuatro partes y que da nombre al álbum. Como podéis imaginar por los temas que la preceden, es otro estupendo exponente del mejor prog setentero, con mucha mezcla de estilos, momentos rockeros junto a otros más sinfónicos y pasajes instrumentales a lo space rock que se alternan con partes dominadas por las voces.
The most beautiful day, obviando su vertiente exótica, es un disco
musicalmente recomendable a tope. Ya os he dicho que no soy un conocedor del
estilo y mucho menos de estos Exodus, pero si toda su obra es como este
álbum, merecen una escucha ya. En definitiva, el verdadero souvenir estrella
de mi viaje a Polonia, aunque evidentemente cayeron más vinilos en mi maleta
–no sé cómo pudo ocurrir, agente– y de todos os daré cuenta por
aquí.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
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