Hacía años que no reseñaba una película de Jesús Franco –Tío Jess para sus fans– y hace unos días cayó ante mis ojos esta Botas negras, látigo de cuero de sugerente a la par que cutre título sadomaso. Dirigida por Jesús Franco, escrita por Jesús Franco –con el pseudónimo de Clifford Brown– y con música de Jesús Franco, está protagonizada por Candy Coster y Robert Foster –los imprescindibles Lina Romay y Antonio Mayans–, Alfredo Kier y Asunción Calero, entre otros. Esta vez, la historia nos cuenta los agobios de Al Pereira, un antiguo detective misógino y de costumbres poco recomendables, que debe dinero a un prestamista. Una misteriosa mujer llamada Lina le contrata para un trabajo aparentemente fácil y muy bien pagado, a lo que Pereira no puede negarse.
Pero la situación acaba torciéndose y Al se ve envuelto en una pelea en la que mata a dos hombres, por lo que se ve obligado a cambiar su aspecto físico. Una cosa, al menos, le ha salido bien y es que gracias al trabajo, ha podido saldar la mitad de su deuda. La sorpresa llega cuando descubre que la mujer que le ha contratado es la esposa de su prestamista y que esta ha decidido matarle para heredar su fortuna, por lo que engatusa sexualmente a Al y solicita nuevamente su ayuda. Pero Lina guarda más secretos. En fin, piltrafillas, Botas negras, látigo de cuero es otra típica película del Tío Jess –rodada con cuatro duros y mucha voluntad, simple pero entretenida– que mezcla un argumento criminal con escenas torridas protagonizadas por su musa y amante, la eterna Lina Romay. Y sin ser uno de sus mejores títulos, no puedo hacer otra cosa que recomendaros su visión.
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