domingo, 9 de enero de 2022

Kilink contra el Hombre volador (1967)


Hace casi un par de meses os hablé aquí de una delirante película turca en la que unas versiones cutres de los personajes de cómic Kriminal y Superman denominados Kilink y el Hombre volador respectivamente se veían las caras en el marco de un argumento de lo más grotesco, en el que un asesino disfrazado con un pijama de esqueleto y máscara de calavera quería construir una máquina de gran poder destructor con la que poder amenazar a los gobiernos del mundo. Sin embargo, mi alegría por haber encontrado una copia se esfumó cuando vi que la película no tenía final y se dejaba el desenlace en el aire, emplazando a los espectadores a ver la continuación en esta Kilink contra el Hombre volador que hoy os traigo. Dirigida también por Yilmaz Atadeniz y con el mismo elenco protagonista, nos explica que el súperhombre turco había localizado la isla en la que Kilink se escondía y tenía a su prometida cautiva. Así, vemos como Orhan se acerca en bote a dicha isla... donde es descubierto por Kilink y apresado por este. Sin embargo, mientras el criminal se dedica a retozar con sus novias, Orhan se convierte en el súperhombre volador encapuchado al grito de ¡Shazam! y libera a los prisioneros de Kilink antes de –una vez los tiene a todos a salvo– volver a la guarida del hombre calavera. Después de una pelea, parece que Kilink va a lograr escapar en barco, pero el Hombre volador consigue detenerle... antes de descubrir que lo han engañado y que ha capturado a alguien disfrazado. 
 

Así, el verdadero Kilink escapa junto a una de sus amigas. Además, para demostrar a las autoridades que sigue vivo, mata a la Princesa de Austria y le roba sus joyas. Pero el Hombre volador acabará encontrándolo, luchando con él en lo alto de la Torre de Gálata y provocando que fallezca tras caer desde lo alto. El grave problema de esta película es que los títulos de crédito y más de veinte minutos iniciales son un resumen de la cinta anterior. Si contamos con que el metraje apenas supera los 48 minutos, eso nos deja media hora de película. Vamos, un timo lamentable con la clara intención de engañar al público y hacerle ir dos veces al cine con la excusa de ver una secuela que no es tal, sino la parte final de la primera película de la saga. Y por si el despropósito que os he contado al principio no fuese suficiente, parece ser que los rollos originales de la parte final de esta entrega se dañaron por lo que Kilink contra el Hombre volador finaliza con una sucesión de fotografías fijas y una voz en off que explica que en realidad todo ha sido un engaño de Kilink y que el tipo está vivito y coleando. En fin, ridículo e increíble a más no poder y otro anzuelo para forzar al espectador a adquirir una nueva entrada para ver otra entrega de las aventuras de Kilink rodada el mismo año como sus predecesoras que llevaría el título de Kilink roba y mata. Si embargo, os seré sincero y ya os anuncio que –aunque todo puede pasar en el futuro– actualmente no está en mi ánimo hacerme con ella. Creo que en estos momentos no sería capaz de resistir otra de estas peliculillas. Eso sí, os regalo una copia de 3 Dev Adam, la culpable
–como ya os conté en mi anterior entradade que haya conocido a Kilink.

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