Pues aprovechando que no hace mucho viajé a Suiza –y el Pisuerga pasa por Valladolid–, la reseña de esta semana va para la alemana Sukkubus, una película dirigida por Georg Tressler que –con el subtítulo de El diablo en el cuerpo– está protagonizada por Peter Simonischek, Giovanni Früh, Andy Voss y la italiana Pamela Prati. Su argumento nos cuenta como dos pastores y su ayudante adolescente llevan su rebaño de vacas por las altas cumbres de pastos de los Alpes suizos y fabrican queso. El uno, temeroso de Dios, supersticioso y que aleja la tentación de la carne con baños en las gélidas aguas de ríos de montaña. El otro, conocedor de extraños ritos y más caliente que el palo de un churrero lo que le ha llevado a intentar propasarse con el chaval y ha propiciado una nueva pelea con el primero.
Como puede verse, la relación entre los tres no es la mejor para vivir en armonía. En estas, una noche en la que se bebe demasiado deciden construir con ropas, ramas y raíces una especie de figura con forma femenina. Lo que no se esperan es que la muñeca cobre vida, apareciendo ante ellos un ser tan bello como demoníaco que no traerá nada bueno. La verdad es que esta Sukkubus está mejor rodada e interpretada de lo que imaginaba y transmite bien el ambiente enrarecido y tenso que entre los tres pastores se respira debido a la soledad y sus pulsiones. Sin embargo, no hay demasiados diálogos y la historia es de lo más simple. En fin, una peliculilla sin ninguna virtud a destacar pero con la calidad suficiente como para no tildarla de basura. Se deja ver con interés.
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