Pues ya estoy aquí un viernes más y esta vez con un nuevo álbum de mis amados KISS, otros que están ya cerca de su desaparición (que hay un señor que va para 72 años que escupe sangre y fuego y se mueve por el escenario con unos zapatones con plataforma, joder). Como ya habéis visto, dedico mi entrada de hoy a Love gun, un disco que no tengo entre mis favoritos de la banda aunque contiene tres o cuatro temas imprescindibles. Vaya por delante que mi copia es una basura desde el punto de vista kissmaníaco. A saber, es una reedición de 1980, sin el recortable de la pistola de amor, sin la funda interior en color, con carátula alemana y vinilo prensado en los Países Bajos, vamos, una especie de híbrido extraño del que no he encontrado rastro ni en DISCOGS.
Producido en The Record Plant por Eddie Kramer –que también metió teclados–
junto a KISS, es decir, con Paul Stanley y Gene Simmons dando la vara,
supuso el primer disco de la banda en el que cantó Ace Frehley. Y aunque se
cuenta que también es el último en el que Peter Criss tocó en todos los
temas, Paul Stanley explica en su libro que Criss grabó tan mal la batería
en Love gun que, tan pronto como acabó, trajeron a otro músico –no lo
especifica pero seguramente fue Anton Fig– para regrabar sus partes. De
hecho, en Dynasty no tocó en ningún tema, si exceptuamos la única canción
que compuso para el elepé y que supondría su última participación en un
álbum de KISS hasta la reunión para Psycho circus de finales de los
90.
Así pues, si nos creemos que esta vez no apareció por el estudio ningún músico de sesión –exceptuando lo que os he mencionado sobre la batería–, el line up de Love gun fue Gene Simmons al bajo, voces y guitarra rítmica, Paul Stanley a las voces, guitarra rítmica y solista, Ace Frehley a las voces, guitarras y bajo y Peter Criss a las voces y batería.
Y con
portada del estupendo Ken Kelly diseñada por Dennis Woloch, el track list
del álbum fue:
A
I stole your love
Christine sixteen
Got love for sale
Shock me
Tomorrow and tonight
B
Love gun
Hooligan
Almost human
Plaster caster
Then she kissed me
El inicio del disco es de lo mejorcito, I stole your love, un temazo alegre,
hardrockero, con un estupendo solo de guitarra y con Paul a las voces. Y a
estas alturas no creo que sea necesario que os vuelva a decir –aunque lo
haré de nuevo– que, para mi, la voz y el alma de KISS es Stanley. Christine
sixteen es el primer contacto con Gene, en su estilo, con un tema
controvertido de una melodía pegadiza y repetitiva. Sigue contribuyendo
Simmons, esta vez con Got love for sale, mucho más rockera y con ritmo. Al
parecer, tanto en esta como en la anterior, Eddie Van Halen había ayudado a
Gene en su maqueta. Pedazo de solo de guitarra. La sorpresa llega con Shock
me, otro temazo y –como os he explicado antes– el primer tema de la banda con
Frehley a las voces, además de guitarras y bajo. Y el fin de la cara llega
con Tomorrow and tonight, una canción con vocación de himno, alegre y fresca
gracias a la voz de Paul y esos coros femeninos. Tiene un solo también muy
bueno.
Le damos la vuelta al vinilo y nos encontramos al fin con la estupenda Love gun –de nuevo con Paul a las voces–, el temazo que da nombre al álbum. Una pena que después de ese subidón llegue la mier... la poco destacable contribución de Criss, con Hooligan. No, ahora en serio, a mi me carga mucho Criss y odio su álbum en solitario, por ejemplo, pero la verdad es que –voy a ser objetivo– esta canción está bastante bien. Le sigue Almost human, un temazo de Simmons algo extraño, eso sí, con una estupenda melodía antes del solo y un uso de la guitarra totalmente distorsionada poco habitual por parte de Frehley. Es una joyita escondida que gana con cada escucha. En Plaster caster encontramos de nuevo a Simmons en su salsa con otro temita subido de tono –ya sabemos todos que está basado en el trabajo Cynthia Plaster Caster, la groupie que hacía penes de yeso sacando moldes con alginato a los nabos de estrellas del rock– y que en su melodía vocal utiliza ideas que desarrollaría en su álbum en solitario al año siguiente, con una forma de cantar menos demoníaca. El punto final lo pone Stanley –cambiando el pronombre– con una versión del Then he kissed me de Phil Spector que grabaron The Crystals, que es más un homenaje personal que otra cosa y –al menos a mi- me da la impresión de ser de relleno. Si os gusta la cancion, hacedme caso y poneos la original.
En fin amiguitos y amiguitas, para seros sincero –como siempre, por
supuesto– he hablado hoy de este álbum porque he visto que actualmente no
había ninguna entrada dedicada a él. No obstante, la verdad es que me parece
inferior a su predecesor Rock and roll over y me gustan mucho más los
posteriores Dynasty o Unmasked. Incluso el Music from the elder, que a
muchos les parece basura, me encanta y me divierte mucho más que este Love gun.
Pero también es cierto que –además del imprescindible tema título– este
disco tiene su importancia como la foto sónica del fin de una época, con la
banda habiendo alcanzado el estrellato... que fue precisamente lo que puso
en peligro su continuidad y propició la aventura de los discos en solitario,
así como la posterior caída en el fondo del hoyo en el que ya estaban de
Criss y Frehley, aunque este último –mucho más carismático y mejor músico
que el patético Catman– tardó un poco más en abandonar el seno de la
banda.
¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
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