Sorprendentemente, la mañana comenzó ligeramente soleada, aunque conforme corrían las horas del sábado se fue estropeando el tiempo hasta caer un chaparrón a mediodía que nos obligó a refugiarnos en Les Halles-Saint-Géry para tomarnos una Leffe Brun y unas croquetas. Pero antes pudimos visitar los alrededores del Atomium y la Feria de Exposiciones de Bruselas, con ese Grand Palais inmenso que data de 1935. Desde ahí fuimos al barrio Europeo y al Parque del Cincuentenario.
Luego comimos en el centro una típica Carbonnade –después del aperitivo en St. Géry– y por la tarde paseamos nuevamente por el centro, las Galerias St. Hubert y la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula antes de regresar al hotel pasando junto a la imponente Hallepoort. Antes de eso me pasaría por The Collector en la Rue de la Bourse para comprarme otro vinilo.
Por cierto, ese coche en miniatura de mi foto, de la firma de juguetes alemana Schuco, costaba 1.350 euros. Si a alguien le interesa le puedo dar la dirección del establecimiento. Tras descansar en el hotel regresamos al centro para cenar una pizza mientras –cómo no– en el exterior llovía.
Día anterior
Día anterior
No hay comentarios:
Publicar un comentario