domingo, 15 de diciembre de 2019

Flesh Gordon 2: Flesh Gordon Meets the Cosmic Cheerleaders (1990)


Amigos, vaya por delante que la infame Flesh Gordon (vista aquí) y la voluntariosa Flash Gordon (vista aquí) tenían su encanto. La una por otorgar una pátina de inocente erotismo festivo a las aventuras del personaje ideado para el cómic por Alex Raymond y la otra por intentar hacer una adaptación seria y respetuosa del mismo, con un reparto atractivo, un diseño de producción cuidado y una banda sonora que gracias a Queen obtendría fama internacional. Nada de eso se le puede aplicar a este truñaco titulado Flesh Gordon 2: Flesh Gordon Meets the Cosmic Cheerleaders, dirigido y coescrito por un Howard Ziehm que pretendió repetir el moderado éxito de la primera –aquí, además de realizador también coescribió su infecto guión– sin conseguirlo. Interpretaciones patéticas, efectos visuales de vergüenza ajena, humor escatológico sin gracia alguna y un erotismo muy light dieron como resultado una película olvidable a la que hoy dedico un espacio por mi incurable afán completista. 


Protagonizada por Vince Murdocco –un campeón canadiense de kick boxing en su debut ante las cámaras– y Robyn Kelly, la historia nos cuenta cómo unas cheerleaders del planeta Strange secuestran a Flesh Gordon mientras rueda una película de sus aventuras. Y es que en ese planeta, el malvado de turno conocido como Presencia Diabólica –que por culpa de su impotencia, no puede satisfacer a la Reina Frígida– ha convertido en impotentes a todos los habitantes de sexo masculino. Pero esas cheerleaders saben que Flesh tiene lo que ellas llaman la Fuerza Viril, que no es otra cosa que inmunidad ante el rayo de impotencia. Así pues, desean beneficiarse de ello para devolver la virilidad a sus hombres. Claro que Presencia Diabólica también querrá hacerse con el miembro de Flesh, aunque con fines más egoístas. En fin, lo dicho, una secuela del todo innecesaria que aporta poco a la original de los 70, que ya cumplía con su objetivo. Aun así... vosotros mismos. 


Como bonus, adjunto una imagen de Morgan Fox, la playmate canadiense que aquí interpreta a la sexy Robunda Hooters, cabecilla del grupo de cheerleaders aportando algo de sensualidad al despropósito general. 


Y como re-bonus, el clip de la canción de los títulos de crédito, The all-american hero compuesta por Rod Knowlan y cantada por Terrea Lea Oster, una actriz y cantante californiana –en la cinta aparece unos segundos en un papel de relleno– que utilizaba el nombre artístico de Terrea Smith. Tiene un sonido tan de la época como el mullet del protagonista.

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