Pues nada, ya tenemos aquí un nuevo estreno de superhéroes o lo que es lo mismo, nueva cita con mi hija en una sala comercial. Sea Marvel o DC, yo le pago la entrada y ella paga las palomitas. Lo sé, el trato es desigual, pero creedme, salgo ganando. Y esta vez le ha tocado a Deadpool 2, una segunda parte muy superior a la primera, una verdadera gozada de película con la que me lo he pasado pipa y me he reído un montón. El carisma del violento, deslenguado y políticamente incorrecto exsoldado con cara de Freddy Krueger es incontestable y el guión de Rhett Reese y Paul Wernick es hilarante.
El argumento es bastante simple en apariencia –Deadpool debe poner en marcha un equipo de mutantes para proteger a un adolescente con poderes de Cable, un medio cyborg que ha viajado en el tiempo para matarle–, las situaciones paralelas, las continuas fracturas de la “cuarta pared”, el humor socarrón, las numerosas referencias al cine de los 80 y 90 –desde Rambo a Yentl, pasando por Terminator o la desternillante parodia de Instinto básico– y la acción sin tregua hacen de esta Deadpool 2 una más que recomendable cinta palomitera de calidad. Por cierto, más que nunca, no os perdáis la descacharrante escena de los créditos finales. Corred a disfrutarla, amiguitos. Ah, y atentos a diversos cameos de altura. ¡X-Force!
2 comentarios:
Pues te haré caso. A mí me toca siempre pagar las entradas y las palomitas. En mi defensa debo decir que prácticamente me las como todas. Saludos.
Hombre, entonces no te quejes jajajaja ;D
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