domingo, 6 de septiembre de 2015

’71


De la mano de Yann Demange os comentaré ahora esta ’71 –debut en la pantalla grande de este realizador francés que ha hecho carrera en la televisión británica–, una cinta de 2014 que nos muestra una de las múltiples caras del conflicto del Úlster y que aportó a su director algún premio y diversas nominaciones en festivales internacionales. Protagonizada por Jack O’Connell, la película nos da a conocer a unos jóvenes soldados que realizan su instrucción con vistas a ser trasladados a algún lugar tranquilo de Europa poco antes de recibir órdenes de incorporarse al contingente acuartelado en Irlanda del Norte. Con ellos viaja a Belfast el teniente Armitage, un oficial con poca experiencia. En su primera salida como apoyo a las violentas autoridades policiales unionistas en una misión rutinaria de búsqueda de armas entre la comunidad católica, el desorientado y sorprendido Gary Hook es separado del pelotón por la turba enfurecida y perseguido por miembros del IRA. Desarmado, deberá luchar por su vida en ese vivero de odio en el que desde la misma infancia se crece queriendo matar al prójimo, una sociedad de protestantes contra católicos, republicanos contra unionistas y –en definitiva– irlandeses contra irlandeses. De esta traumática manera, Gary entrará en contacto con lo más oscuro de la guerra sucia, una mezcla de intereses cruzados, traiciones y muerte. 


Amiguitos, ’71 es una interesante película que se aleja de los estereotipos acostumbrados en otras cintas ambientadas en mismo tiempo y lugar. Demange ha sabido construir una historia llena de tensión en la que asistimos con la misma rabia del soldado Hook a los excesos de violencia de ambas partes. Oscura e inquietante, es imposible no hacer paralelismos de la sociedad norirlandesa con otras en las que se han dado conflictos similares, caso de Euskadi y el terrorismo de ETA. Piltrafillas, uno no puede evitar preguntarse –a la vista de los acontecimientos y cuando, tanto en uno como en otro caso, todo parece indicar que al final la barbarie ha cesado– ¿para qué tantas muertes de uno y otro bando, tanta violencia, tanto miedo y tanta tristeza? Lo cierto es que no existe respuesta y siguen siendo necesarias películas como esta porque no aprendemos de los errores. Cómo mínimo, así los recordamos y los tenemos presentes. Muy recomendable.

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