domingo, 13 de enero de 2013

Django desencadenado


Y la gran película del fin de semana –por lo esperada y por sus casi tres horas de metraje, uff- ha sido Django desencadenado, la última desmesura del genio loco Quentin Tarantino, a quien se lo perdono casi todo por habernos regalado grandísimos momentos de cine con mayúsculas y que –como humano que es- a veces se excede en la noción que de si mismo tiene el chaval. La película –mezcla de historia de plantaciones, esclavos y buddy movie de pistoleros- nos cuenta como el Doctor Schultz, un dentista metido a cazarrecompensas de origen alemán, compra –un eufemismo- al esclavo Django y lo entrena con la intención de que le ayude a encontrar y asesinar a los hermanos Brittle. A cambio le promete la libertad y una parte de la recompensa. Sin embargo, ambos acabarán embarcados en la misión de rescatar a Broomhilda –la esposa de Django- de las garras de Calvin Candie, un tirano tratante de esclavos. Sí amiguitos, ese es el argumento de Django desencadenado del que el realizador se sirve para hacernos pasar más de 140 minutos pegados a la pantalla. 


Lo malo de tal desmesura es que en realidad la historia no da para tanto metraje y la genialidad visual y oral de Tarantino se rodea en esta cinta de algunos momentos anodinos. Quizás un par de horitas hubiesen dejado a Django desencadenado en obra maestra, quién sabe. De todas formas, la película es divertida, distraída, interesante y es más que recomendable. Llegado este punto, necesito abrir un paréntesis. Piltrafillas, nuestro país tiene una plantilla de actores de doblaje impresionante, profesionales de gran valía que ingresan a veces mucho más por este trabajo que por el de actor en primera persona. No querría yo que me acusasen de propiciar que viesen mermado su poder adquisitivo, pero no puedo hacer otra cosa que recomendaros que disfrutéis de las películas en versión original. La interpretación no son solo gestos y miradas, también es entonación y es así –escuchando la voz original- como de verdad se aprecia en toda su extensión el trabajo de un actor. Así descubriréis que, pese a aparecer en los carteles siempre por detrás de Jamie Foxx, el verdadero protagonista de Django desencadenado es el estupendo Christoph Waltz en su papel del cabronazo de buen corazón Schultz. No me olvidaré de ensalzar el trabajo de Leonardo DiCaprio como el psicópata Calvin Candie -estoy empezando a olvidarme de mis prejuicios con él- y dedicarle una mención especial –aquí también tiene gran importancia lo que os decía de la voz original- a un casi irreconocible Samuel L. Jackson. En resumen piltrafillas, una sangrienta cinta no exenta de humor, llena de líneas de texto tarantinianas –se me quedó grabada la definición que el personaje de Don Johnson le dedica a Django refiriéndose a él como “fancy pants nigger”- y que os hará pasar un largo rato palomitero, si os armáis de paciencia en algunos momentos superfluos, eso sí. Como extra os diré que no entiendo la polémica con el endiosado Spike Lee, que ha calificado a la cinta de racista e irrespetuosa cuando opino que es todo lo contrario.

5 comentarios:

ÁNGEL dijo...

En efecto, el metraje se alarga en demasía (que diría un cursi como yo). Cuando matan Waltz (auténtico motor de la historia) y ves que queda aún media hora larga te preguntas qué va a ser esa historia sin él, y en verdad se le echa en falta. En cualquier caso, creo que es una obra mayor de Tarantino con la que se disfruta de lo lindo. Yo con que haga una de estas cada año me doy por satisfecho.

King Piltrafilla dijo...

No sé si es mayor o no, pero está en su línea y pese al metraje tampoco se hace pesada.
Waltz está sublime.

desdeAndorra... dijo...

Mierda!! menudo spoiler me han colao caballeros.

King Piltrafilla dijo...

Yo no he sido. En el texto no desvelo nada. Ha sido ÁNGEL, que se ha ido de la lengua.

Lai dijo...

Ya hablaremos, ya...