Para aquellos que no lo sepan, la ciudad de Barcelona está ubicada entre el mar y una pequeña sierra –la de Collserola- que alberga uno de los parques metropolitanos más extensos del mundo. De un extremo a otro de esta sierra y a modo de balcón sobre la ciudad existe el Passeig de les Aigües, un camino que muchos de mis conciudadanos utilizan para hacer jogging, mountain-bike o simplemente pasear. Ayer por la mañana hacía un día de esos que me gustan a mi. El cielo estaba azul –aunque conforme avanzaba la mañana se comenzaron a formar algunas nubes sin importancia-, el sol calentaba en las zonas en las que no había sombra... y hacía un frío de cojones. Así que me dio por coger a la familia y recorrer una nueva etapa de ese camino montañés para ocupar poco más de un par de horas en hacer un poco de ejercicio y respirar aire puro. El resultado en imágenes es el que os muestro en esta entrada, una más de la serie Paseítos.
domingo, 2 de diciembre de 2012
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1 comentario:
¡Que potitez!
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