Piltrafillas, hoy 12 de octubre se celebra la Fiesta Nacional de España. Antiguamente conocida como Día de la Raza y también como Día de la Hispanidad, la fecha conmemora el descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón en nombre de los Reyes Católicos españoles tras concederle estos al marino los títulos de almirante, virrey y gobernador de todos los territorios que descubriese y conquistase, la décima parte de los beneficios obtenidos por ello y un diezmo de todas las mercaderías que hallase o ganase en los territorios descubiertos y conquistados. Total, que como cantaban en el musical Cabaret, money makes the world go round. Claro amiguitos que América no había pedido ser descubierta y sus civilizaciones no necesitaban de nosotros para prospeperar, más bien era todo lo contrario. Así que los que celebran este día, en realidad están conmemorando la destrucción de culturas con siglos de antigüedad, la desaparición y persecución de tradiciones sociales y religiosas y el expolio de riquezas y arte autóctono, ...un genocidio en toda regla vamos.
¿Qué a lo mejor, si no hubiesen sido los españoles, otros hubiesen acaparado las riquezas del Nuevo Mundo? Pues quizás, lo más seguro. Pero fue España. Total, que a la vista de todo ello, yo prefiero alegrarme de que el mundo haya conocido a las descendientes de aquellos indígenas que las tropas del imperio masacraron y celebrar el día de la Spanicdad con una de ellas... mientras el Ministro de Educación aboga por españolizar a mi hija.
4 comentarios:
Dicen las lenguas poco versadas que la cabra tira al monte.
Cuánta razón encierra el dicho de marras y es que visto lo visto hasta los más sesudos mandarines de la cultura usan y abusan de su saber en beneficio de su conjetura.
Quiero dejar claro que su exposición encierra verdades como puños, usadas con maestría como no pudiera ser de otra forma en pos de una conclusión de fervor nacionalista.
Al tiempo aprovecho para reclamarme no nacionalista, pero ni de este punto, ni de aquel, ni de ninguno.
“Nacer en un lugar no te convierte en nada que no quieras ser, pero que sea por decisión propia, sin que dioses ni hombres te influyan, pues tan solo eres polvo estelar” TJ. Tronken
Sea Ud. quién sea, piense y haga –en orden y ley- siempre me tendrá como respetuoso acompañante, en un momento crítico y en otro partidario.
Déjole una pregunta:
- ¿Hasta cuándo asumiremos las historia de nuestros aristócratas, burgueses, políticos y demás felones, cómo propia?
Tenga Ud. un buen día.
Hasta el animal más dócil, cuando le pisan, muerde.
¿Nacionalista?, no, y menos en un mundo que tiende a la globalización.
Sin embargo, puestos a celebrar, se podría haber tomado como fiesta nacional la de la unión de las Coronas, la primera vez en la que esto que tenemos hoy se llamó ESPAÑA.
Sin embargo, si lo pensamos bien, la efeméride es acertada, una señal más del nacionalismo excluyente, irrespetuoso y aniquilador que caracteriza a ese país llamado ESPAÑA.
La bota imperialista aniquiló culturas a golpe de crucifijo, y se repite la historia a golpe de Diccionario de la RAE o escolarizaciones españolizantes contra mi pueblo.
Caballero, los pueblos los componen las personas y -la mayoría de las veces- los poderosos que llevan las riendas no hacen más que enmierdarlo todo.
No me siento español ¿qué pasa?, pero tampoco tengo absolutamente nada en contra de madrileños, toledanos, sevillanos u ovetenses que se sientan así, ni de su cultura, ni de sus ciudades, como tampoco me siento alemán ni británico y me encanta visitar esos países.
Mi catalanismo no es anti español... pero entiendo a los que sí lo sientan así porque -se lo aseguro- a mi cada vez me cuesta más no sentir la llamada del independentismo.
Lo expresé el otro día con mi parábola del divorcio entre Santiago y Montserrat y no querría extenderme más, pero si históricamente se hubiese aceptado la diferencia, la ESPAÑA integradora, entender que en el territorio existen diversas sensibilidades... todo el mundo se hubiese sentido cómodo y no habrían argumentos para pedir la secesión. Sin embargo sabe usted que no ha sido así, y no es así.
Tras las palabras de "bonita región a la que todos amamos" hay un sentimiento de propiedad, una voluntad de sojuzgar que no entiendo y me repugna.
A poco que siga este blog -me consta que lo hace- verá que cada 11 de septiembre soy el primero en hacer humor de mi Diada nacional, por lo que hoy me puedo permitir ser crítico con algo que -además- no tiene discusión.
Sin embargo, a aquellos que sientan este día como especial, por supuesto -estén o no de acuerdo con la actuación del Imperio en territorio americano allá por el siglo XV-, les deseo que tengan un buen día. Cómo no.
Cómo decirle que le entiendo?
Que comparto la mayor parte de su pensamiento.
¿Cómo decirle que amo Catalunya sin haber nacido ni hablado su lengua?
Que formo parte de una mayoría, pues le tomaría el peluquín, aun siendo increíblemente muchos.
¿Cómo decirle que me avergüenzo de mis colegas, familiares, camaradas y compatriotas cuando el odio asoma en sus palabras?
Que me ha costado más de un tirón de orejas, silencios, vuelta de espaldas y otras cosas que en medida económica me ruborizaría relatar, hasta hace bien poco, pero de nada sirvió y todo vuelve a ser peor que antes.
¿Cómo decirle que no me siento nacionalista español?
Que nunca he concertado patria alguna ni lo haré.
¿Cómo decirle que me siento triste y roto?
No tengo palabras y poco puedo hacer contra el esclavismo liberal conservador que vota nuestro pueblo, la idea que todo lo mancilla y descompone.
Formulándome tantas preguntas que no represento sobre este folio virtual a fuer de mesurado, me queda una respuesta sin dar: la suya.
PD: No me siento feliz en un día como hoy ni lo siento especial, pues el toque de corneta quedo atrás.
No hace falta que me diga más.
Bueno sí, no me ha dicho aún nada de la Spanic.
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