Ya están aquí piltrafillas, las reseñas cinematográficas del fin de semana. La primera va a referirse a Brooklyn Finest, una cinta de Antoine Fuqua –el de Shooter o Training Day entre otras- que tiene a los policías de Nueva York como protagonistas, en particular a tres de ellos. En esta larga película –más de dos horas que sin embargo no se me hicieron pesadas- asistiremos a las historias cruzadas de Sal, Eddie y Tango. El primero es un hombre familiar y creyente que agobiado por la necesidad económica y los problemas de salud de su esposa se ha convertido en un policía corrupto que incluso ha llegado a asesinar por conseguir dinero. El segundo es el típico agente desengañado, solitario y con problemas de alcoholismo tras veintidós años en el cuerpo viendo asesinatos, violaciones y crímenes varios, un hombre despreciado por sus compañeros cuyo único objetivo es que pasen los días y llegue el de su jubilación. Por último nos encontramos con Tango, agente encubierto que ha llegado hasta lo más alto en la organización de Casanova Phillips y al que sus sentimientos contradictorios están torturando de tal manera que quiere abandonar su misión en primera línea para tener un trabajo de despacho y poder recuperar su vida como Clarence Butler.
En fin amiguitos, una típica cinta de policías de Nueva York –es extraño, pero aunque en el cine hemos visto en incontables ocasiones historias variadas de agentes del orden de ciudades como Los Angeles o Chicago, son los de la ciudad de los rascacielos los que siempre quedan mejor en historias de este corte, alejadas del glamour y las visiones románticas- que resulta muy amena y distraída aunque no aporta nada al pasar por caminos que son habituales. Un trabajo interpretativo más que aceptable –de todos los actores principales y secundarios que aparecen en Brooklyn Finest quizás es Richard Gere el que me ha parecido más simple- y un argumento que avanza por tres líneas hasta cruzarse débilmente en un final Shakesperiano de sangre y redención califican a una película que trata de la corrupción, el arrepentimiento, la valentía, la decepción y la soledad de tres agentes que –cada uno a su manera- intentan conciliar sus vidas con las luces y sombras de la lucha contra el crimen.
En fin amiguitos, una típica cinta de policías de Nueva York –es extraño, pero aunque en el cine hemos visto en incontables ocasiones historias variadas de agentes del orden de ciudades como Los Angeles o Chicago, son los de la ciudad de los rascacielos los que siempre quedan mejor en historias de este corte, alejadas del glamour y las visiones románticas- que resulta muy amena y distraída aunque no aporta nada al pasar por caminos que son habituales. Un trabajo interpretativo más que aceptable –de todos los actores principales y secundarios que aparecen en Brooklyn Finest quizás es Richard Gere el que me ha parecido más simple- y un argumento que avanza por tres líneas hasta cruzarse débilmente en un final Shakesperiano de sangre y redención califican a una película que trata de la corrupción, el arrepentimiento, la valentía, la decepción y la soledad de tres agentes que –cada uno a su manera- intentan conciliar sus vidas con las luces y sombras de la lucha contra el crimen.
2 comentarios:
A mi me gustó mucho Training Day, así que le daré una oportunidad.
TRes en busca de un final a su medida.
Es una cinta para rellenar tiempos y disfrutar de palomitas con mantequilla y coca-cola, lastima que me este vedado.
Pd: Cabrones de medicos-afirmo-
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