Érase una vez, amiguitos, un post-adolescente de 24 años nacido en Berlín que respondía al nombre tan poco alemán de Marc Collins, y que descubrió un buen día que su pasión era tomar fotografías. Comenzó de manera autodidacta en el mundo de la moda, aunque pronto descubrió que lo que de verdad le llenaba era la fotografía erótica. Como puede verse, el bueno de Marc es un tipo inteligente.
miércoles, 20 de agosto de 2008
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