lunes, 18 de agosto de 2008

El último Rey de Escocia

Piltrafillas míos, casi no veo películas de estreno en salas comerciales. El precio de la entrada –al que siempre hay que sumar el precio de las palomitas y refrescos de rigor-, el tener una hija pequeña que hace que las películas a escoger no sean excesivamente atractivas -¿que queréis?, por una vez que vamos al cine cada dos o tres meses, hagámoslo en familia- y cierta pereza inherente a mi persona me disuaden de desplazarme a un local que –la mayoría de ocasiones- tendrá butacas más incómodas que el sofá de mi casa. Por ello, en cuanto compro/alquilo/descargo películas, ya hace meses o años que éstas se han estrenado. ¿Que por qué os cuento esto? Pues porque en el foro de la Comunidad de los Piltrafillas alguien me hizo notar que no era muy normal escribir una crítica un año después de que un film fuese retirado de las carteleras, y esta es la sencilla explicación.


Así que, en relación con todo esto, os diré que ayer noche vi El último Rey de Escocia de Kevin Macdonald, una película –basada en un libro de Giles Foden- que nos retrata la persona del dictador ugandés Idi Amin Dada desde la relación que mantiene con un joven médico escocés al que nombra asistente personal. Así, por un lado tenemos la evolución de un Idi Amin –magistral la interpretación de un siempre solvente Forest Whitaker- que alterna momentos de persona afable e idealista con estados de irascibilidad y paranoia, y por otro el joven Nicolas Garrigan, aventurero e inexperto médico recién salido de la universidad, que acepta con alegría convertirse en el médico y asesor del dictador hasta que los acontecimientos le hacen ver que ha entrado en una espiral de la que le va a ser muy difícil escapar. Whitaker obtuvo el Oscar y el Globo de oro por ese trabajo. Si no la habéis visto, os la recomiendo.

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