Es la hora de hablaros de Herve Haddad, un hombre que comenzó su carrera como –no lo adivinariáis nunca-, profesor de kárate en una academia que abrió él mismo en Cannes a principios de los 80. La historia no tiene desperdicio. El pavo conoce a una actriz en una de las ediciones del Festival de Cine, la cual le invita a su Nueva York natal y le presenta a un buen amigo, nada menos que Robert Mapplethorpe. Esto cambió radicalmente la vida del karateca, que vendió la academia y se apresuró a estudiar fotografía. Tras una época como asistente de otros profesionales o foto-reportero para la agencia Magnum, ha acabado publicando en Vogue, Elle y firmando campañas publicitarias para Kenzo, Louis Vuitton, Sony o Cacharel entre otras marcas de importancia.
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