Dice Paule Saviano que siempre quiso ser fotógrafo. Con once años ya era uno de esos frikis que van con la cámara a todas partes tomando fotografías. Pero lo que pasa con los frikis es que, en ocasiones, consiguen su objetivo. Así fue como una foto suya –de corredores sobre el puente Verrazano en la maratón de Nueva York- consiguió el primer premio en un concurso. El premio fue una cámara Kodak, con la que –en el marco de un programa de intercambio estudiantil- se desplazó hasta Marruecos.
Lo que sigue a partir de ahí es más denso que el smog de Londres, por lo que abreviaré. Fotógrafo de campañas políticas y conciertos de rock, acabó pasándose –por casualidad, al meterse en una furgoneta equivocada- al mundo de la moda.
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