Allan Tannenbaum es otro de los fotógrafos clásicos de los que os recomiendo su trabajo de tanto en tanto. Algunos de los calificativos con los que se ha “premiado” a este hombre han sido sucio y peligroso. Y es que este tipo se paseaba –tomando fotografías- durante los años 70 por una Nueva York caracterizada por un Harlem más parecido al Beirut más castigado que a una ciudad de occidente, el cruce de Times Square –lleno de junkies, putas y traficantes-, las violaciones en Central Park o los asesinatos aleatorios de “El hijo de Sam”. Ah, y el sexo despreocupado, bizarro y peligroso que se daba en clubs y discotecas de la Gran Manzana. Ahí estaba Tannenbaum amiguitos, así que no esperéis florecillas y puestas de sol.
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