Ahora le toca a Bruno Di Maio, hijo de italianos aunque nacido en Libia. Sus pinturas rezuman sensualidad y romanticismo. Pintor, grabador y acuarelista excelso –quizás influido por los años dedicados a la restauración de arte- sus obras se encuentran en colecciones particulares y museos de Asia, Europa y los Estados Unidos.
jueves, 21 de agosto de 2008
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