Le toca ahora a Florian Süssmayr, un artista de Munich que inició su carrera como músico en una banda punk, luego trabajó como técnico de iluminación y fotógrafo en el cine y desde finales de los 90 se dedica a la pintura. Sus óleos, entre la abstracción y el fotorrealismo con una paleta de colores sobria, se encuentran en colecciones de Alemania, Suiza, Francia y Gran Bretaña.
jueves, 18 de diciembre de 2025
Florian Süssmayr
Le toca ahora a Florian Süssmayr, un artista de Munich que inició su carrera como músico en una banda punk, luego trabajó como técnico de iluminación y fotógrafo en el cine y desde finales de los 90 se dedica a la pintura. Sus óleos, entre la abstracción y el fotorrealismo con una paleta de colores sobria, se encuentran en colecciones de Alemania, Suiza, Francia y Gran Bretaña.
miércoles, 17 de diciembre de 2025
Anna Madia
Y esta es la italiana Anna Madia, una artista afincada en la Champaña francesa con numerosos premios en su haber que se formó en la Accademia Albertina di Belle Arti de Turín. En sus retratos investiga la línea divisoria entre sueño y realidad, interesándose en el sonambulismo y otros trastornos como la narcolepsia o las alucinaciones hipnagógicas.
martes, 16 de diciembre de 2025
Sanguine Loneliness
La entrada de hoy es para Sanguine Loneliness, pseudónimo de un artista digital ucraniano freelance que ofrece sus servicios desde la localidad de Nikolaiev.
lunes, 15 de diciembre de 2025
domingo, 14 de diciembre de 2025
Tarta de queso [definitiva]
De nuevo celebramos hoy en casa el aniversario de Queen Piltrafilla. Y si el menú –confeccionado por un servidor, por supuesto– va variando cada año y se adapta la celebración a comida o cena dependiendo de si la fecha cae entre semana o en festivo, lo que no varía es la tradición de soplar las velas sobre una Tarta de queso. 13 años han pasado ya desde la última receta que publiqué por aquí y creo que por fin he encontrado la definitiva. Está mal que yo lo diga –lo cierto es que también ese ha sido el veredicto de Queen y Princess– pero QUÉ COSA MÁS BUENA me ha quedado. Así que, tomad nota.
Poned en un recipiente hondo y amplio –yo utilizo una ensaladera de gres que me va de perilla para estos temas– 570g de queso tipo Philadelphia, 4 huevos, 230g de azúcar, 280ml de nata líquida con un mínimo de 35% de grasa, una cucharada de harina de trigo y la ralladura de la piel de un limón. Lo batimos todo durante largo rato para homogeneizar perfectamente todos los ingredientes, procurando atrapar aire y llenar de burbujas la mezcla. Antes habremos forrado un molde de 18cm y paredes altas con papel para hornear un poco humedecido. Vertemos la mezcla en el molde y lo horneamos en la parte baja del horno, precalentado a 200ºC, durante 40 minutos. Hecho esto, apagaremos el horno y dejaremos enfriar la tarta en su interior. Cuando el horno esté frío, sacamos la tarta y la guardamos en la nevera hasta unos minutos antes de desmoldarla y degustarla.
Fácil y con un resultado excepcional, con una textura esponjosa, tirando a mousse, dulce, sin perder el gusto a queso y con notas del limón. Vamos, una pasada, la mejor que he hecho nunca, sin galletitas chafadas ni mermelada ni chorradas.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)























































