Comienzo el día con Pablo Larsen, un fantástico pintor bonaerense
que desde la infancia tomó el dibujo como canal de expresión. Creció pintando,
coloreando y consumiendo cómics hasta que se dio cuenta de que quería dedicar su
vida a su pasión. Así, se formó en la
Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y más tarde en los
talleres de pintores como
Marcelo Sosa. Tras unos años alternando la docencia con un trabajo como ilustrador para
diversas editoriales, comenzó a volcarse en la pintura a tiempo completo. No
hace falta que os diga que atesora un talento enorme.
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