domingo, 12 de enero de 2020

Estafadoras de Wall Street (2019)


La verdad es que la película no me llamaba demasiado la atención. Leyendo la sinopsis me la imaginaba como una mezcla de Ocean’s eight y Widows. Pero después de leer las alabanzas que la crítica estaba dedicando a Jennifer Lopez me he decidido por verla. Escrita y dirigida por Lorene Scafaria en base a un artículo de Jessica Pressler para New York magazine, Estafadoras de Wall Street –título original, Hustlers– cuenta la historia real de Roselyn Keo y Samantha Barbash protagonizada por Jennifer Lopez, Constance Wu, Cardi B o Keke Palmer entre otras actrices y cantantes en lo que se convierte en un producto eminentemente femenino y dicen– feminista. Y, sinceramente, qué queréis que os diga, la película me ha parecido tan vacía como el mundo que retrata. El argumento explica cómo unas strippers que han perdido su trabajo e ingresos habituales por culpa del crash de Wall Street en 2008 deciden hacerse con una nueva bolsa de clientes a los que engatusan, drogan y roban. El personaje interpretado por Lopez dice al final de la película que en la vida siempre hay los que lanzan el dinero y los que bailan pero también es verdad que algunas strippers como ella misma habían hecho una fortuna a costa de desenvolverse con soltura e inteligencia en un mundo caracterizado por el machismo, la misoginia, el despilfarro, el sexo y la vacuidad moral. 


No es menos cierto que muchas otras de esas chicas aparentemente sexies y felices en su voluptuosidad eran unas pobres desgraciadas con necesidades económicas. Tampoco perdamos de vista que la mayoría de los habituales clientes de locales como en el que trabajaban las protagonistas eran hombres deleznables que tampoco es que den demasiada pena. Pero el camino que tomaron Roselyn y Samantha –Destiny y Ramona en la película– fue el de la delincuencia. Drogar y desplumar a esos tipos no los convierte ni a ellos en santos ni a ellas en Hermanas de la Caridad. En cuanto a la interpretación de Lopez –productora y alma del proyecto– la encuentro aceptable. Pero de ahí a que se la considere candidata al Oscar como he leído en algunas reseñas... bueno, sólo puedo decir aquello de los anuncios de Nespresso: “Really George?!!” 
Vamos, que espero que todo sea un ejercicio de marketing. La mera idea de equiparar su actuación a la de un Joaquin Phoenix, por ejemplo, me parece obscena. Estafadoras de Wall Street está bien hecha, tiene una fotografia colorida, es entetenida... pero no es un peliculón de ninguna manera. De hecho, tiene pasajes que se hacen bastante aburridos. Así pues, espero que Lopez no sea ni nominada. De serlo –ya no digo de ganar una estatuilla– se habrá devaluado el premio mucho este año. Por de pronto, en los Golden Globe Awards ya se llevó una decepción.

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