sábado, 16 de diciembre de 2017

Los 11 del año


Pues nada, amiguitos, parece mentira pero un año más llegamos a estas fechas repitiendo con cara de pasmados aquello de “cómo pasa el tiempo” y de nuevo maese @Frailas requiere de nosotros la listita de rigor con los mejores álbumes del año... o algo que se le parezca. La verdad es que hace tiempo que eso de “los mejores” lo he dejado aparcado –quién soy yo para juzgar eso y qué conocimientos tengo para ello– y me limito a reseñar aquellas obras editadas en los últimos doce meses, que se han mantenido entre las que durante todo este tiempo he seguido escuchando y disfrutando, en detrimento de aquellos álbumes que han sido descargados, escuchados una o –en el mejor de los casos– un par de veces, pero no me han acabado de atrapar. 

Así pues, siguiendo un orden aleatorio, os quiero hablar positivamente de: 



Amplifier - Trippin' With Dr. Faustus 

El nuevo disco de los de Manchester me ha gustado más que su anterior lanzamiento. A punto estuve de comprarlo en el HMV del centro comercial Ocean Terminal en el edimburgués puerto de Lith pero la pereza de ir acarreando con él bajo la lluvia me hizo desistir. Mala elección. A destacar la inicial Freakzone, The commotion (Big time party maker) o la preciosa Anubis



Sweet Lich - Never Satisfied 

Si no recuerdo mal, estos suecos inauguraron mis descubrimientos de este año y captaron mi atención de inmediato. El álbum ha aparecido únicamente en formato digital pero es uno de los que hubiese adquirido sin dudarlo de haberse editado en vinilo. Destacan Aim, el tema título Never satisfied, Feelings o Peace of mind



The Night Flight Orchestra - Amber Galactic 

Otros suecos, de los que esperaba lanzamiento desde que en 2015 sacaron su alucinante Skyline whispers. Y este año, no sólo han editado un estupendo álbum sino que además lo han hecho en vinilo. Por supuesto, huelga decir que es una de las pocas novedades que he adquirido en ese formato. Un sueño cumplido. Midnight flyer, Gemini, Domino, Something mysterious, Josefine, Sad state of affairs... es difícil destacar alguna de ese cúmulo de temazos. 



Arch Enemy - Will To Power 

Y más suecos, amigos –por cierto, compartiendo bajista con el grupo anterior–, ¿querrá eso decir algo?. La verdad es que a los Arch Eenemy hace tiempo que no les seguía la pista, en concreto desde que Angela se marchó. Sin embargo, este año han sacado un discazo en mi opinión que no podía faltar en esta lista. Supongo que Jeff Loomis tiene algo de mérito en eso, además de una Alissa White-Gluz que ha sabido hacerse con su espacio. Otro del que se me hace difícil destacar un par de temas de entre la totalidad de buenas canciones que lo caracterizan. 



Bodycount – Bloodlust 

A Ernie C y Ice T los conocí por su estupenda y controvertida Cop killer y más tarde me compré su cedé single de Hey Joe porque me encantó la versión que hacían del tema de Hendrix así como Bowels of the devil, que también era de su primer álbum. Sin embargo, nunca me compré nada más de ellos y a Ice T acabé conociéndolo más por ser el detective Tutuola en Ley y Orden que por su faceta musical. Pero este año cayó en mis manos –o mejor dicho en mis oídos– su último trabajo y la verdad es que me ha encantado. Y es que Ice-T es un tipo que creció en el hip-hop y el gangsta pero musicalmente es todo un metalhead. A destacar Civil war –colabora Dave Mustaine–, This is what we ride, la versión del Raining blood de Slayer, No lives matter o Bloodlust. Un trallazo de puro thrash



Kreator - Gods Of Violence 

¿Qué decir de estos alemanes? Rara es la vez en la que sacan disco y este no se convierte en uno de los preferidos del año. De la violencia no sé, pero definitivamente Kreator son unos de los gods of thrash europeo así que sobran las palabras a la hora de recomendaros un álbum de Mille y compañía. World war now, Satan is real, Gods of violence, Army of storms... otro de los que se me hace difícil destacar algunos temas sobre el resto. 



Overkill - The Grinding Wheel 

Si los anteriores son dioses, no menos míticos son Overkill, los thrashers malditos de la costa este. Mientras los enormes Anthrax alcanzaban el estatus de estrellas, Bobby Blitz y DD Verni siempre han estado a un paso por detrás, acaso injustamente. No obstante, su persistencia durante todos estos años al pie del cañón les ha otorgado una pátina de autenticidad y lealtad innegable. Autores de títulos imprescindibles del género, hacía años que no lograban interesarme con sus lanzamientos. Sin embargo, este año han captado mi atención con este trallazo inmenso en el que destacan Goddamn trouble, Our finest hour, Shine on, el tema título y sus diversos cambios de ritmo o la versionaca del Emerald de Thin Lizzy



Power Trip - Nightmare Logic 

Este año también han sacado disco nuevo los fantásticos Power Trip que hace cuatro años ya me alucinaron con su aplastante Manifest decimation. Pues bien, los de Dallas se han superado y han editado un álbum monstruoso que le deja a uno sin resuello. Escuchad Executioner's Tax (Swing of the Axe) o Nightmare Logic –por citar un par– y ya me diréis.



The Darkness - Pinewood Smile

Aunque lo cierto es que no me parece tan aplastante como su anterior Last of our kind, el disco de este año demuestra que The Darkness son unos supervivientes que realmente aman la música que tocan. Después de un primer álbum rompedor lleno de influencias, la sobreexposición en la prensa, acusaciones de ser un grupo de laboratorio, la presión para mantener el mismo nivel de éxito, tensiones internas que han llevado a diversos cambios de formación –y reencuentros– y problemas relacionados con la drogodependencia de Justin Hawkins, han lanzado un disco bastante ecléctico y algo menos rockero que sus precedentes pero muy interesante. A destacar All the pretty girls, Solid gold, Southern trains, Japanese prisoner of love, I wish I was in heaven, la alegre Happiness o la fresca Stampede of love, con un final que descoloca.



Rage – Seasons of the black 

Pues sí, los Rage lo han vuelto a hacer y han grabado un estupendo álbum en su línea, power metal con energía pero pegadizo y muy técnico. Peavy cumple como siempre y aunque Marcos Rodriguez no es Victor Smolski tampoco es moco de pavo. Total, que es un pedazo de disco –aunque no da demasiadas sorpresas– en el que también se hace difícil destacar algún tema, si acaso el inicial Season of the black, Blackened karma, Time will tell o Justify.



Johnny B Nasty - Greendog 

No podía faltar en esta relación el largamente esperado nuevo álbum de Johnny B Nasty que ha llegado este año en formato digital y –pese a suponer un drástico cambio de estilo– me ha parecido estupendo. Digamos que Johnny –un gran músico que en los últimos tiempos ha atravesado por numerosos problemas y que sinceramente creo que no es consciente de su gran talento– ha sacado fuerzas de sus momentos bajos y nos ha regalado un buenísimo compendio de temas que rezuman autenticidad y honestidad. Krusty, Autodestrucción, M.H.E. , Maldad natura o Un día de mierda, son canciones que deben ser escuchadas con atención en las que Johnny se aleja de sonidos habituales metiéndose en la piel de algo cercano a Faith no more.

Bonus doble



The Red Widows - Rising 

No puedo dejaros de recomendar el EP que han sacado The Red Widows, una banda a la que ya seguía en su anterior proyecto esperando que sus ideas cristalizasen en un disco a la altura de su talento –el año pasado se acercaron muchísimo– y que este año nos han sorprendido con un cambio de rumbo y un miniálbum aplastante que ojalá siente las bases de una obra de larga duración en vinilo y con una presentación acorde que les haga despegar internacionalmente. Se lo merecen, por su valía y su dedicación.



The Dead Daisies - Live and louder

Lo cierto es que no se trata de una nueva grabación de estudio sino la edición de una selección de temas en directo de su última gira, pero es un discazo como la copa de un pino que no debéis dejar pasar la oportunidad de escuchar. John Corabi está inmenso jode ¿eh Vince?– y lo mismo se puede decir de Marco Mendoza o el estupendo Doug Aldrich. Long way to go, Mexico, Song and a prayer, Mainline o la apabullante versión de Midnight Moses son imprescindibles.

Entrada publicada previamente en zeppelinrockon.com
 

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