domingo, 2 de julio de 2017

Exorcismo (1975)


Y nada más y nada menos que 40 años antes que la que la cinta que os he comentado hoy en primer lugar, Joan Bosch estrenó Exorcismo con el mítico Paul Naschy aka Jacinto Molina como protagonista principal. Escrita por él mismo junto a Naschy y Jordi Gigó, contaba con la participación –entre otros– del mencionado Paul Naschy, la austríaca Maria Perschy, la joven Grace Mills –en realidad Mercedes Molina– y María Soledad Mesa, más conocida como María Kosty. En la película se nos muestra como unos amigos de ambos sexos se reúnen en el bosque alrededor del fuego para beber y fumar porros, mientras toman parte en una ceremonia satánica. A su regreso a Bristol, Leila tiene un accidente con el coche en el que a punto está de perder la vida. Una vez restablecida, John –hermano de la joven– pide ayuda al Padre Dunning, un sacerdote amigo de la familia, porque opina que su hermana se comporta de forma rara últimamente y echa la culpa de ello a su prometido, al que acusa de meter a Leila en ambientes de drogas y brujería. 


Pero no mucho después de eso, Deborah –hermana de John y Leila– descubre el cadáver de su hermano y a partir de ese momento Leila comienza a comportarse de manera cada vez más extraña y violenta. Mientras la policía investiga el crimen, el Padre Dunning ayudará a la famlia ya que Deborah está convencida de que un ser maligno ha poseído a su hermana, quien en efecto no tardará en hablar con una voz que no es la suya y sufrirá purulencias en la cara. ¿Os suenan estas cosas?, en efecto amiguitos, en ese aspecto Exorcismo recuerda en demasía a la película de Friedkin, estrenada dos años antes. Sin embargo, Exorcismo se estrenó en España meses antes que El exorcista –que en nuestro país se hizo esperar hasta el 75– por lo que el tirón de la fama precedente de la protagonizada por Linda Blair le vino de perillas a Bosch. En fin, otra de esas películas de los 70 rodadas con oficio y dedicación, muy entretenidas, con sangre, intriga y algunos desnudos integrales aquí y allá, que no tenían el reconocimiento de las de unos Armiñán, Erice o Gutiérrez Aragón pero que en sus versiones internacionales eran vistas por muchos más espectadores en Europa y Estados Unidos. 


Como bonus, adjunto una imagen de la guapa Maria Perschy, a quien por cierto ya conocimos en la reseña de Las adolescentes de Pedro Masó que os comenté aquí y que se estrenó el mismo año.

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