viernes, 16 de junio de 2017

Montrose – Montrose (Warner Bros-1973)


Hola amigos, heme aquí un nuevo viernes repasando mis adquisiciones vinílicas en Tokyo. A ver, ya han pasado por aquí los cuatro de Vow Wow, el de Steeler y el de Show-Ya. Pues bien, hoy llega el primer disco de los estadounidenses Montrose –mi copia es una reedición norteamericana de 1978– que se tituló con el nombre de la banda, a su vez el apellido de su fundador. Muy original. 


Producido por la banda y Ted Templeman entre los Warner Bros recording studios, los Sunset sound studios y los Wally Heider studios, Montrose es otro de esos discos míticos que llevaba años buscando por las ferias de vinilos y que no encontraba nunca o estaba a un precio bastante elevado. Pero ya es mío. 

Con Sammy Hagar a las voces, Ronnie Montrose a la guitarra, Bill Church al bajo –todos conocidos de Templeman por haber participado en diversas grabaciones de Van Morrison– y Denny Carmassi a la batería, Montrose sacaron al mercado este excepcional disco con portada de Norman Seeff diseñada por Dave Bhang y el siguiente track list

A 
Rock the nation 
Bad motor scooter 
Space station #5 
I don’t want it 

B 
Good rockin’ tonight 
Rock candy 
One thing on my mind 
Make it last 

Rock the nation es hard rock crudo y clásico, con un riff machacón que electriza y le hace a uno querer coger una guitarra y emular a Ronnie. La parte central ofrece un poco de descanso y despues del sencillo solo, retoma el riff para dejárnoslo impreso en el cerebro. Apenas tres minutos pero historia del hard rock USA style, un puñetazo en la cara a lo burro, simple pero efectivo. Más elaborada es la siguiente Bad motor scooter –firmada por Hagar– aunque igualmente imprescindible, con un solo más complejo. Entonces comienza EL TEMAZO que me hizo descubrir hace años este disco en un programa nocturno que el ya fallecido Jordi Tardá tenía en la radio, Space Station #5. Si uno no queda poseído al escuchar esta canción es que no ama el rock –qué digo el rock, la música– y merece ser encerrado desnudo en una celda de Guantánamo con reggaeton sonando sin descanso por los altavoces. ¡Pero si hasta los Maiden grabaron una versión! (algo irreverente, eso sí). Amigos, esto provoca más headbanging que algunos grupos de metaleros con chándal que se las dan de auténticos. Y entonces... ¡caramba!, ¿Redline de Saxon?, ¡no! una estupenda I don’t want it de la que los británicos plagiaron el riff. La verdad es que no he investigado sobre el asunto e ignoro si tuvieron que afrontar algún tipo de denuncia, pero si no lo habéis hecho, comparadlas y veréis que no se trata de un parecido razonable sino de un robo en toda regla. En fin, un temita que no llega ni a los tres minutos pero que resulta muy efectivo. 


La cara B comienza con Good rockin’ tonight, un rock clásico de Roy Brown de esos que no te dejan permanecer quieto y te hacen chasquear los dedos y mover las caderas como un poseso, con un pedazo de solo que echa para atrás. Le sigue Rock Candy, otro temazo, el único del álbum en el que participaron en la composición todos los miembros de la banda. Cadencioso, magnético e imprescindible. One thing in my mind es otro hard rock de sonido clásico con riff machacón y un solo central estupendo. Una guitarra limpia que precede la entrada de la voz de Hagar es el inicio del último tema del disco, una estupenda –¿alguna canción de este álbum no lo es?– Make it last compuesta por Hagar, con un riff repetitivo simple pero muy pegadizo. 

En fin amigos, apenas media horita de música que no debería faltar en la discoteca de ningún rockero y que por fin he traído a casa... y os adjunto aquí.


¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com

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