domingo, 4 de enero de 2015

SAS 968 Saporoshez SAPO


Amiguitos, si os pregunto sobre el vehículo germano oriental por excelencia, la inmensa mayoría mencionaréis el Trabant. Sin embargo, quizás de una forma más humilde, otro coche rodó por las calles y carreteras del país. Me estoy refiriendo al Saporoshez, popularmente conocido como Sapo. De calidad pobre y con un motor de escasa potencia propenso a sobrecalentarse, desde su aparición en el mercado de la Alemania del Este a finales de los 60 hasta su retirada en 1979, apenas tuvo una cuota del tres y pico por ciento antes de desaparecer casi hasta de la memoria de los conductores. Así es, piltrafillas, otro de esos automóviles toscos y feos que la Unión Soviética construía como churros sin preocuparse de conceptos como seguridad o atractivo estético. En concreto, el Sapo era un producto de la factoría SAS ubicada en la localidad ucraniana de Zaporizhia (su nombre ruso, Zaporozhets, significaba precisamente eso, "de Zaporizhia") y su fabricación se extiende desde 1960 hasta mediados de los 90. Sin embargo, me centraré en el modelo 968 con sus respectivas variantes, que es el que salió de la línea de montaje desde la década de los 70 hasta la finalización del proyecto. En resumen, casi tres millones y medio de unidades vendidas, incluyendo la comercialización bajo otras marcas (Yalta, Eliette o ZAZ) en el resto de Europa.

No hay comentarios: