viernes, 4 de marzo de 2011

Vania Comoretti








Esta de ahora es la italiana Vania Comoretti, pintora y restauradora de Udine que se formó en Venecia, localidad en la que trabaja repartiendo su tiempo entre ella y su ciudad natal.

Chorrada

Unimog





Comienzo esta tarde de viernes con los Unimog, una división de camiones 4x4 filial de Mercedes-Benz que tiene su origen en 1942 con Albert Friedrich como ingeniero jefe del proyecto. Sin embargo, no será hasta finales de la década que los Unimog se mostrarán al público en el marco de una feria agrícola en Frankfurt. Así, en la primavera de 1953 se presenta un modelo de cabina cerrada y se inicia la producción de los míticos camiones por los que la marca es conocida mundialmente. Desde ese momento y a lo largo de todos estos años, Unimog va lanzando al mercado diversos modelos y –aunque adquieren gran fama por su robustez-, la verdad es que en nuestro país sólo creo haberlos visto como integrantes de algún parque de bomberos. A mi el modelo que más me gusta es el U406, que fue producido desde los años 60 hasta los 80 y del cual os acompaño unas imágenes.

jueves, 3 de marzo de 2011

Paco Lafarga






Y de Paco Lafarga os puedo contar más bien poco. Se trata de un joven pintor realista zaragozano que he descubierto hace poco y que me ha llamado la atención. No necesito más razones para recomendaros su trabajo.

Marc Lagrange Re-visited








No me he podido resistir a traeros una nueva y sensual muestra del fantástico fotógrafo belga Marc Lagrange, quien ya pasó por aquí en un no tan lejano 16.09.09 y tiene hoy el honor de regresar para proporcionar a este espacio una buena cantidad de glamour.

Hinamatsuri

Amiguitos, el pasado día 6 de Febrero lo dediqué por entero a Japón y –además de una lista muy completa de enlaces dedicados a los artistas nipones que habían pasado por el blog hasta ese momento- os hablé de una de mis “primas” japonesas y a la vez que os recomendé varias películas. Sin embargo me quedó en el tintero recordar mis anteriores incursiones en el cine japonés así como hablaros de las entradas del blog protagonizadas por un buen número de bellezas orientales. Y hoy, precisamente en el día en que en Japón se celebra el Hinamatsuri o Festividad de las Niñas, os traigo los enlaces a las entradas de la serie Nippon no onna que he ido publicando durante estos años, dedicadas a gravure idols y AV idols. En breve publicaré el índice de películas.


Aizawa Maki aquí
Aki Hoshino aquí
Arisa Kuroki aquí
Arisa Oda aquí
Asami aquí

Atsuko Yamaguchi aquí
Ayaka Noda aquí
China Fukunaga aquí
Emi Kobayashi aquí
Harada Ourei aquí
Haruka Sanada aquí
Haruna Yabuki aquí


Hikaru Koto aquí
Hiromi Oshima aquí
Hitomi Aizawa aquí
Hotta Yuika aquí
Iyo Hanaki aquí
Junko Kaieda aquí
Kana Tsugihara aquí
Kirara Asuka aquí
Mai Nadasaka aquí
Mai Nadasaka aquí
Maiko Osawa aquí
Mami Ochiai aquí
Maria Ozawa aquí

Mayuka Okada aquí
Mayuko Iwasa aquí
Megumi Kazurazaka aquí
Meguru Kosaka aquí


Miho Maejima aquí
Minori Hatsune aquí
Miwa Oshiro aquí
Mizuki Horii aquí
Nayuka Mine aquí
Nina Minami aquí
Nonami Takizawa aquí
Noriko Sagara aquí
Nozomi Sasaki aquí
Reon Kadena aquí
Risa Kasumi aquí
Sasa Handa aquí
Sayaka Isoyama aquí
Sayaka Uchida aquí


Sayuki Matsumoto aquí

Suzuki Akane aquí
Takako Yamada aquí
Tashiro Sayaka aquí
Tatsuko Natsumi aquí
Tomomi Kudo aquí
Yuko Ogura aquí
Yuma Asami aquí
Yumi Sugimoto aquí
Yuuki Maomi aquí
Yuzuki Aikawa aquí

miércoles, 2 de marzo de 2011

Mioke






Pongo el punto final al día con el arte naturalista de Mioke, una joven pintora alemana que reside en Hamburgo. En 2001 comenzó sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de dicha ciudad –tenéis que visitarla amiguitos- e inició una carrera que sigue hoy en el seno del colectivo BeetoBee. Su obra parece salida directamente de las entrañas de la tierra y se funde en mi opinión con los mitos paganos y el culto a Gea. No es de lo que más me ha gustado últimamente, pero tiene su encanto.

Eat me

Ivan Mladenov








Mi primera entrada de hoy va para el joven fotógrafo freelance checo Ivan Mladenov, un profesional con poco más de siete años de carrera que se dedica a los desnudos, la moda y la publicidad pero que –el trabajo es el trabajo y todos tenemos que comer- no le hace ascos a los reportajes de boda y los retratos de niños y mascotas.

martes, 1 de marzo de 2011

KT Auleta







La autora de estas elegantes y glamourosas instantáneas es la norteamericana KT Auleta –supongo que es un pseudónimo-, fotógrafa de moda que llegó a Nueva York para hacerse cargo de un puesto como asistente de dirección artística para Interview antes de pasar unos años en París e iniciar una carrera como fotógrafa que la ha llevado a las páginas de i-D, V, Self Service, Dazed & Confused o Another magazine y a trabajar en publicidad para Chloe, Louis Vuitton o H&M. Además, KT es realizadora de cortos de moda y retrata a algunas celebridades.

Richardus CINCO (I)

Cinco



Agosto 1956

A los catorce años, exactamente ocho meses atrás, Jorge había entrado a trabajar como aprendiz en un taller mecánico especializado en la reparación y el mantenimiento de camiones de transporte, principalmente marcas como Leyland o Pegaso. Al principio, su responsabilidad se limitaba a mantener limpio y ordenado el almacén de repuestos. Pero ahora, Jorge ya se ocupaba de cuidar de ciertas herramientas del taller. El joven Chertó no acostumbraba a relacionarse con los mecánicos de más edad, limitando su vida social en el taller al trato continuado con dos chavales que, al igual que él mismo, habían decidido aprender el oficio de trastear en los motores. Eran el Toni y el Jita. Este último, que en realidad se llamaba Oleguer, tenía la piel muy morena por lo que era común que los que le conocían únicamente por el mote lo relacionasen con una abreviación de la que, creían, era su raza. Sin embargo, el Jita tenía poco de gitano. Él y su familia eran de Suria, y tenían unas raíces más catalanas que el Ter. Solo él mismo, el Toni –que era a quien se le había ocurrido el apodo- y Jorge, sabían que en realidad era una abreviación de “orejita”, un irónico apodo que al Oleguer le iba de perlas. Y es que el muchacho tenía unas enormes y separadas orejas de soplillo que eran imposibles de disimular. De hecho, lo primero que se le ocurrió al Toni cuando le vio fue llamarle miquimaus, pero era un mote demasiado obvio. Así pues, cuando días más tarde apareció con el nuevo –y a su entender, más apropiado- sobrenombre, hasta el mismo Oleguer dio su beneplácito.

Pero Jorge, aún sin pertenecer naturalmente al círculo social de los mayores, a veces, cuando llevaba a cabo sus labores de reposición de piezas, era invitado por éstos a asistir a sus almuerzos, en los que oía como hablaban sin tapujos ni rubor de las mujeres –los chochitos, como en ocasiones las llamaban- y de las cosas que hacían con ellas. Y así fue como, entre la asistencia a estas conversaciones y gracias a algunas historias que su vecino Fructuoso le explicaba, Jorge comenzó a sentir una apremiante curiosidad por un tema que, conforme avanzaban los meses, le sumía en una acuciante impaciencia.


Aquella calurosa y húmeda mañana de sábado, el sol brillaba con ganas sobre Barcelona provocando que un buen número de los habitantes de la ciudad –todos aquellos que no poseían una residencia de veraneo, dinero para pagársela durante unos días o familia a la que visitar en algún pueblo- intensase desplazarse hasta las playas de la Mar Vella o la Barceloneta.
Jorge Chertó, sin embargo, prefería a sus casi quince años la compañía de Fructuoso, su Emilio Salgari particular, un vecino aventurero al que gustaba de escuchar con embeleso durante horas. Y Fructuoso, por su parte, estaba encantado con ello. El hombre no tenía empacho en aceptar que el despierto hijo de los Chertó le caía de fábula y que el discreto papel de Pigmalion que ponía en práctica con él le llenaba de orgullo.
- Un día de estos te voy a presentar a unas amigas –le había dicho el viernes, al despedirle después de una de sus acostumbradas charlas en la azotea-, pero que quede entre nosotros, ¿eh?. A tu madre ni mú.

Jorge había asentido, entre ilusionado y asustado, antes de regresar a la carrera a su casa, donde ya esperaban sus padres sentados a la mesa y preparados para cenar. Esa noche tardó en conciliar el sueño por culpa de las imágenes que se formaron en su cerebro, imágenes en las que anónimas amigas de Fructuoso sin un rostro definido, ponían en práctica con él algunas de las cosas que había oído explicar tantas veces a los mecánicos del taller.
Por eso, cuando amaneció y su madre le despertó preguntándole si quería ir a la playa con ella y su padre, a Jorge le pareció que la ocasión que se le estaba presentando no era cuestión de echarla a rodar.

-Pero, ¿por qué no quieres venir? –inquirió ella, poco sorprendida realmente por la tímida negativa de su hijo. Era consciente de que, a su edad, pocos eran ya los hijos que continuaban queriendo acompañar a sus padres a la playa o a dar un simple paseo.
- ¿Prefieres ir con el Toni o el Oleguer, no?
La madre de Jorge era la única persona que no llamaba Jita al Oleguer.
- No, no es eso –dijo Jorge-, lo cierto es que hoy no me apetece bañarme.
- Pero, ¿no ves que te aburrirás, aquí solo?
Jorge, luchando por mantener la compostura y evitar que se manifestase su ansiedad, se levantó y se frotó las legañas.
- No te preocupes, tengo cosas que hacer.
- Ya, ¿no será que quieres subir al terrado para que el vecino te llene la cabeza de historias raras? –preguntó su madre mientras le seguía hasta la cocina. Lo cierto es que a la señora Chertó no le caía nada bien Fructuoso. En realidad, no le conocía a fondo, pero no consideraba que ese hombre fuese una buena influencia para su hijo, a quien aún veía como un crío inocente e infantil.

En esas, Pedro Chertó apareció en la puerta de la cocina.
- Déjalo mujer. Si se quiere quedar, que se quede.
Jorge abrió la nevera y cogió la botella de leche. Luego se sirvió un buen tazón.
- No son historias raras –exclamó después de dar un trago corto-, son cosas de cuando estuvo en la guerra.
- En la guerra y en África –añadió su padre-. Me han dicho que es medio argelino, ¿no?
- De África o de la China, ¿qué más da? –observó airada su madre-, pero no me dirás que no son tonterías.

Jorge llevó su tazón hasta el comedor y se sentó a la mesa, fijando los ojos en los dibujos del hule que la protegía.
- A veces exagera un poco –dijo-, pero no son tonterías. Jorge decidió rebajar el tono de su voz y rehuir el enfrentamiento directo con su madre. No deseaba que una discusión estéril le aguase la mañana.

Pero ella seguía intentando imponer su punto de vista sobre el pobre vecino.
- Además –añadió-, me ha dicho doña Patro que anda metido en política, y que por eso ha venido aquí, para esconderse.

Tracey Harris







Impresionante, bella, excepcional... es la obra de la joven norteamericana Tracey Harris, una pintora formada en Kansas City que pasó un tiempo estudiando en Londres. Ha recibido numeros premios y, bueno, no puedo negaros que me encanta amiguitos.

Be a Piltrafilla