viernes, 4 de octubre de 2024

Shanghai – Shanghai (1982, Chrysalis records)


Y si hace quince días os comenté un disco que compré impactado por su portada, con profusión de lamé, lentejuelas y brilli brilli, amén de la falta de sentido del ridículo de los músicos que aparecían en ella, hoy os traigo a estos Shanghai, un grupo al que admito que no conocía de nada pero del que también me llamó la atención la cubierta de su álbum, aunque por razones radicalmente distintas. Esta era pobre, simple y burda. Sin embargo, cuando le di la vuelta a la carátula, me llevé una sorpresa. Primero vi a Anton Fig, batería de KISS y de Ace Frehley, después a Beau Hill a los teclados –luego productor de Ratt, Winger, Warrant o incluso Alice Cooper– y por último a nombres como Bruce Fairbairn y Bob Rock en la producción. ¿Cómo no había llegado al gran público esta banda? 
 
Entonces me enteré de que Shanghai provenían de la banda neoyorquina de AOR y hard melódico Spider, formada a finales de los 70 por Amanda Blue a las voces, Jimmy Lowell al bajo y coros, los sudafricanos –ambos de Ciudad del Cabo– Keith Lentin a la guitarra y coros y Anton Fig a la batería, percusión y coros, y la teclista neoyorquina Holly Knight, que abandonaría el grupo para dedicarse a la composición para otros artistas, labor por la que ha sido premiada y reconocida internacionalmente, con clientes como Tina Turner, KISS, Pat Benatar, Heart, Cheap Trick, Bon Jovi o Aerosmith entre otros. Precisamente por el abandono de Knight, Spider cambiarían de nombre a Shanghai –este sería su único álbum antes de desaparecer– y ficharían como teclista y guitarrista ocasional a Beau Hill, que venía de grabar con Airborne y que acabaría convirtiéndose en el productor que todos los amantes del hard rock ochentero conocemos. Completaban la banda para este Shanghai homónimo Bob Hanlon al saxo, Gary Valenté al trombón y Neil Balm a la trompeta. 
 

Total, que con los mencionados Fairbairn y Rock a los mandos, se grabó en los estudios neoyorquinos The hit factory –con mezclas en The record plant y los Little mountain sound– este Shanghai del que me llevé a casa una copia de su edición alemana por culpa de una portada cutre diseñada por Janet Levinson con fotografía de Michael Oblowitz que, aún así o por eso en realidad, llamó mi atención. 
 
El track list es: 
 
A 
S.O.S. 
Always a rebel 
X-Ray vision 
I need your love 
Talk to me 
 
B 
Born to rock 
Brand new boy 
All of my tears 
On video 
Girl who likes to cry 
 
Iniciando la cara A tenemos S.O.S. del británico Russ Ballard, un hard pop rock con una bonita voz, coros y un solo sencillo pero resultón. El inicio del disco, para ser un grupo que no conocía de nada, no podía ser mejor. Unos teclados simples y muy de synthpop marcan el inicio de Always a rebel, otro hard melódico con una voz a lo Pat Benatar, un estribillo muy atractivo y otro buen solo de guitarra. X-Ray vision es más de lo mismo, pop rock, hard rock, synthpop e incluso cierto toque disco, todo muy ochentero aunque se trata de una versión de un tema compuesto por Terry Taylor y Peter Sinfield, letrista y cofundador de King Crimson. Vamos, un caramelito. En I need your love encuentro reminiscencias de Chrissie Hynde en la interpretación de Amanda, pero eso es todo lo rockero que soy capaz de advertir en la que creo la canción más floja de las escuchadas hasta el momento y que por desgracia supone un bajón en el nivel general de la obra que ya no remontará. Finaliza la cara con Talk to me, un medio tiempo sencillito con arreglos de metales. 
 

Le damos la vuelta al vinilo y encontramos una rockera –el título no engañaba– Born to rock, en la que el protagonismo lo ostentan la guitarra de Lentin y la voz de Amanda aquí en un registro más rasgado que en temas anteriores. Un sintetizador de bajo y un teclado dan paso a Brand new boy, otro exponente de hard pop ochentero simple y agradable de escuchar, aunque sin demasiada fuerza. All of my tears es puro pop rock, un medio tiempo con arreglos de saxo en el que Amanda ya comienza a cansarme con esos grititos a lo David Lee Roth. On video es otro hard pop rock, en esta ocasión más rockero que popero y más emparentado con un AOR progresivo que con un synthpop empalagoso. Y el álbum concluye con Girl who likes to cry, otro tema resultón pero sin punch
 

En resumen, un disco de escucha amable con una solvente vocalista femenina al frente y buenos instrumentistas que pese a las notas iniciales, no acaba de despegar como la obra de hard rock melódico que podría haber sido. Aún así, creo que puede hacer las delicias de los rockeros más blandenguers del lugar y –como documento de una época y un estilo– es un buen descubrimiento. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla
 
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com 

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