Le toca al ruso Roman Silentium –sin duda un pseudónimo–, un fotógrafo afincado en Sochi, localidad a orillas del Mar Negro en pleno krai de Krasnodar. Natural de Siberia Occidental, asistió a la universidad en Tomsk donde estudió periodismo, a lo que se dedicó varios años a tiempo completo antes de comenzar a experimentar con una cámara Kiev-60 y acabar dedicando parte de su tiempo al retrato de desnudos, un hobby sin el que no podría vivir, aunque –tal como el mismo Roman declara– sin dejar de lado el periodismo, que es lo que le da de comer.
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