En multitud de páginas de internet, blogs y vídeos de Youtube podéis encontrar teorías, discusiones, análisis, previsiones y todo tipo de datos sobre el UCM, o lo que es lo mismo, el universo cinematográfico Marvel que –como sabréis– no coincide del todo con el de los cómics. A mi me parece estupendo que los fans y los geeks del tema se lo pasen pipa fabulando y discutiendo sobre los secretos que alberga cada nuevo avance que nos llega de cada estreno de dicho universo (fijaos que llevan incluso desde antes de que se estrenase esta Infinity war elucubrando sobre el que será el título de la cuarta entrega de los Vengadores y la –angustiosa– razón por la que no se ha hecho público). Sin embargo, yo soy mucho más prosaico en ese aspecto y debo deciros que mi innegable interés ante estas cintas se debe a que a) tengo la tradición familiar de disfrutarlas con mi hija, b) están súper bien hechas y llenas de acción y humor, c) se basan en personajes de mi época adolescente y d) –en el caso de la franquicia Avengers– cuentan con Scarlett Johansson en el reparto. Así pues, lo que le ocurra al Soldado de invierno o si aparece la gema naranja en algún oscuro rincón del universo me la trae al pairo en realidad. Por eso os confieso que escribo esta reseña ANTES de ver la película, para la que ya he sacado mi entrada. ¿La razón?, sé que me va a gustar y de todas maneras no podré contaros demasiado de ella para no hacer spoilers de la megaproducción Marvel/Disney del año.
Dirigida por los hermanos Russo –que ya estuvieron al frente de las dos entregas del Capitán América–, el argumento de Infinity war no puede ser más simple: Los Vengadores y los Guardianes de la galaxia unen sus fuerzas para derrotar a Thanos, quien ansía hacerse con las seis Gemas del infinito para destruir el mundo. Lo bueno es que aquí aparecen desde Black Panther hasta Spiderman, pasando por Rocket, Groot y los Guardianes, Doctor Strange, Thor, Hulk y el resto de los Vengadores... en fin, un despiporre de personajes que se han juntado para rodar esta película. Lo malo es que ya se ha anunciado que varios de ellos van a morir. Uno de los “agraciados” parece cantado, pero no os pienso comentar nada, tranquilos. Además, tampoco he querido profundizar en el tema ni entrar en los blogs y vídeos de los que os he hablado al principio para poder acceder a la sala con la ilusión intacta (además de una ración de palomitas king size). En fin amiguitos, que esperando ya las próximas de Ant man, Deadpool e incluso el Venom de Sony/Columbia, me dispongo a disfrutar de esta Infinity war con mi preciosa hija. La veo y os comento.
Post-visionado: Sin extenderme demasiado para no incurrir en spoilers, deciros que Infinity war no me ha defraudado. Épica, emotiva y entretenida, cargada de acción y con las dosis exactas de humor, sus dos horas y media se me han pasado volando. Sin embargo, la presencia de tantos personajes obliga a repartir tiempos y algunos han visto bastante mermada su presencia. Por contra, tenemos a un Thanos que se erige como principal protagonista de la entrega, con una personalidad definida y con una motivación hasta cierto punto comprensible con la que justifica su maldad. En fin, una película más que recomendable y palomitera, ahora que se ha puesto de moda en Hollywood que algunos actores y realizadores abominen del cine de superhéroes. Envidia cochina, amiguitos. El cine es arte, sí, pero no olvidemos que nació y ha evolucionado –además de como un lucrativo negocio– como espectáculo de masas. Y en Disney son especialistas en ese campo. A mi también me gustan Godard, Franju, Orson Welles o Wes Anderson, pero disfrutar como un crío cada año con mi dosis de películas de personajes Marvel o DC es un gustazo. Mi único “pero”, ese final abrupto y totalmente what the fuck que le deja a uno con ganas de la segunda parte de la historia deseando poseer la gema del tiempo para plantarse ya en 2019. La escena postcréditos es determinante, aunque era bastante previsible a tenor de algunas filtraciones de rodaje que habían salido a la luz al haberse rodado ya la mencionada continuación de Infinity war.
Por último –aquellos que la veáis–, pensad en una competición de ajedrez y acordaos de una de las escenas. En mi opinión, la clave para no entristecerse está en ella. Tendremos que esperar hasta el año que viene para conocer el desenlace.
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